Cultura

7/8/2014|1326

Lucha de clases, lucha por la vida

EXCLUSIVO DE INTERNET

Estreno: “12 horas para sobrevivir”

El cine futurista está íntimamente relacionado con las miradas políticas del presente; caracteriza el mundo actual, observa sus tendencias negativas, la acentúa para crear un universo artificial.En el caso de “12 horas para sobrevivir” (Estados Unidos, 2014), el director James DeMonaco nos presenta un mundo muy cercano. La película comienza con un cartel: “América. 2023. El desempleo está por debajo del 5%. El crimen casi no existe mientras cada año menos y menos gente vive por debajo de la línea de pobreza. Todo gracias a La Purga”.

¿Qué es La Purga? Es una jornada anual de 12 horas en la cual los nuevos gobernantes estadounidenses (que se hacen llamar Los Nuevos Padres Fundadores) permiten que suceda toda clase de crimen. El objetivo sería, de acuerdo a sus defensores, que el hombre pueda “liberar su bestia interior”, para poder después comportarse como alguien normal y productivo. Los que mueren son los pobres, los sin techo, los enfermos o los que no tienen plata para proteger sus casas. El asesinato como un divertimento de ricos, como algo permitido y organizado desde el poder, también sucedía en otros films como “Carrera contra la muerte” o “Los juegos del hambre”.

¿Cómo se llegó a semejante idea? “Estados Unidos estaba hundiéndose. Una recesión con cuatro recaídas seguida por un colapso de la Bolsa. La deuda disparada, múltiples guerras y una devaluación grave del dólar precipitaron el peor desastre económico en la historia de Estados Unidos. El crimen y la pobreza aumentaron exponencialmente y los Nuevos Fundadores, meses después de su elección, propusieron esta idea audaz de despenalizar el asesinato durante una noche”, explican en la primera parte de esta historia (se trata de una secuela), estrenada en 2013 como “La noche de la expiación”.

En ese film del año pasado, el actor Ethan Hawke hace de un vendedor de sistemas de seguridad para hogares, uno de los beneficiados del nuevo régimen. Casi toda la película transcurre en su lujosa casa. En cambio, en “12 horas para sobrevivir” los protagonistas son la ciudad de Los Angeles y un grupo que se reúne de forma azarosa, entre ellos un hombre que busca venganza por la muerte de su hijo. Este último personaje, encarnado por el extraordinario y casi ignoto Frank Grillo, se transforma en uno de los mejores héroes de acción que dio el cine norteamericano en los últimos años.

Tomando una idea absurda (12 horas de asesinatos permitidos por año), los realizadores la politizan y la transforman en un discurso similar al del movimiento Occupy Wall Street. DeMonaco toma varios elementos de la realidad (el fanatismo religioso, la obsesión por las armas, la brecha social creciente y el Estado como gendarme de las clases dominantes) y los utiliza para armar un muy buen exponente del cine de aventuras clase B, denunciando que detrás de la falaz idea del “hombre lobo del hombre” se esconden intereses sociales y políticos muy concretos.

Nicolás Rijman