A fines del año pasado vio la luz el que sería el primer texto de ficción de la gran filósofa francesa Simone de Beauvoir, Las Inseparables, como fuera titulado por su hija adoptiva Sylvie Le Bon de Beauvoir ya que el mismo no contaba con un título. Este texto del año 1954, fue el primer texto de ficción de Simone y, si bien no fue publicado por la escritora, tampoco fue destruido y hoy podemos disfrutarlo.

La novela narra la historia de Simone y su amiga Élisabeth Lacoin, más conocida como Zaza. Su amiga inseparable desde los 9 años a la cual se ha referido a ella en otros textos y que ha marcado muy fuertemente a la autora de El Segundo Sexo.

En el colegio católico Adeline Desir, Sylvie (Simone) de 9 años conoce en el primer día de clase a Andrée (Zaza), una niña muy vivaz e inteligente que despierta todo el entusiasmo de Sylvie. Andrée es una niña que, debido a un accidente doméstico, se ha formado fuera de los claustros escolares y comienza con Sylvie una relación de enorme amistad.

Mientras Sylvie pertenece a una familia que ve disminuido su poder adquisitivo luego de la Primera Guerra Mundial, la de Andrée es una familia de la burguesía católica francesa que va acrecentado su poder adquisitivo.

La astucia y energía de Andrée que obnubilan a Sylvie pierden terreno frente al deber ser de una hija de una familia de la burguesía católica para la cual ya hay trazado un plan de vida en el cual hay poco margen para la libertad individual.

 

Como reza el epilogo escrito por Sylvie Le Bon de Beauvoir: ¨Zaza murió porque intentó ser ella misma y porque la convencieron de que esa pretensión era algo malo. En la burguesía católica militante en que nació el 25 de diciembre de 1907, en su familia de tradiciones rígidas, el deber de una chica consistía en olvidarse de sí misma, en renunciar a sí misma, en adaptarse. Porque Zaza era excepcional, no pudo ‘adaptarse’, palabra funesta que significa encajonarse en el molde prefabricado donde nos espera un alveolo al que rodean más alveolos: lo que rebase lo comprimirán, lo aplastarán, lo tirarán como un desperdicio. Zaza no pudo encajonarse, trituraron su singularidad. Ese fue el crimen, el asesinato.¨

Como contara Simone, esta fue su primera pasión y ella se ha referido a su amiga Zaza en otros escritos como Memorias de una joven formal. El canon familiar, con todo el peso de la religión católica es lo que genera las enormes penurias de Zaza y es, esa lucha por salirse de la historia de las mujeres de su familia, la que termina con su vida.

Escrita de una manera magistral, Simone muestra en esta historia tan sentida por ella y que hace a su desarrollo posterior, el recorrido de millones de mujeres que luchan por romper con ese corsé impuesto por el patriarcado, la burguesía y la Iglesia.