Cultura

29/6/2020

Misiones – Festival Solidario Cultura X Trabajo: trabajar por el pancho y la coca

Hace unas semanas, la flamante Subsecretaría de Cultura de Misiones anunció que merced a un convenio con la Agencia para el Desarrollo Económico de Misiones (Ademis) y la Asociación Misionera de Proveedores y Organizadores de Eventos (Amproe), los actores culturales en todas sus ramas dispondrían de “herramientas financieras para bancarizar y monetizar sus actividades e incluso soporte técnico online para transmisiones vía streaming”.


Este fue un gran anuncio que generó muchas expectativas, pero no pasó de ser, finalmente, otro ejemplo de precarización laboral para les trabajadores de las artes, solo que esta vez intermedian las plataformas de streaming y se enmarca todo en un intento de respuesta frente al parate económico generado por la pandemia. Para el primer festival realizado en Posadas (que se replicará en Oberá y Eldorado) fueron convocades 16 artistas, con una entrada virtual a “la gorra” de montos de 100 a 500 pesos.


El monto total recaudado por el festival, según publica Cultura días después de terminado el evento, fue una suma de $81.397,64, lo que representó poco más de $5.000 pesos para cada uno de los artistas participantes. Cinco mil pesos frente a los 40.000 de la canasta básica no es trabajo, a duras penas es una changa.


La práctica de la gorra que tenemos les trabajadores (más que nada en espacios alternativos y comunitarios), se trata de un pago de entrada sin piso y a consciencia, que no excluye a nadie. Una práctica para incentivar al público a arrimarse. Las cuentas de la gorra se hacen enfrente de todes y se reparten en partes iguales, son acuerdos colectivos. Es una práctica que fortaleció y sostuvo muchas comunidades y colectivos culturales pero que de ninguna manera puede ser una política pública. Las diferentes asociaciones gremiales de musicxs, actores, visuales, etc. establecen tarifarios y montos específicos por cada servicio/producto que el Estado, como institución, debe reconocer -porque se trata de que nos reconozcan como trabajadores- el costo de nuestro trabajo. Así como está establecido cuánto cobran les tecnicxs y el alquiler de equipamientos, el cachet (ausente en el Festival Solidario) es el honorario del trabajador que se sube al escenario. Como es de esperarse en el manejo de los presupuestos, no se hace pública la partida de dinero del ministerio para este tipo de espectáculo ni se vieron los depósitos que fueron ingresando a la “gorra virtual”.


“Hay una infinidad de artistas que se están haciendo ver en el registro de trabajadores de la cultura de Misiones, que recién me comentaron son casi 2.500 registrados” reconoce el subsecretario Joselo Schuap en una nota donde habla de este registro como una de las primeras medidas de su gestión. En la misma también reconoce más de 20 años de políticas culturales centralizadas en Posadas y escasa acción por parte de las diferentes gestiones renovadoras por integrar a les trabajadores de la cultura. Con este festival que ni siquiera es gratuito, mediado por “la estructura financiera” de una fundación que traslada el coste de los honorarios de lxs artistas al público, tenemos una primera muestra de que esta nueva subsecretaría viene a continuar las políticas culturales de la Renovación.


A la precarización y los intereses políticos del gobierno hay que contraponerle una agenda reivindicativa propia de lxs artistas, plasmada en el proyecto de ley que presentó el FIT-U, a través de nuestra diputada nacional Romina del Pla, en línea con la lucha que se viene desarrollando en varias provincias del país: compensación salarial de $30.000; IFE y tarjeta alimentaria ya; trabajo registrado en plataformas online (ciclos, talleres, charlas, exposiciones); exención del pago del monotributo; suspensión del pago de servicios y alquileres de espacios donde se desarrollen actividades culturales; pago de montos adeudados del Estado a trabajadorxs de la cultura; prohibición de despidos, suspensiones y cesanteos e impuesto extraordinario a las plataformas virtuales.