Cultura

17/7/2017

Murió el padre del cine de zombis

George A. Romero falleció este domingo por un cáncer de pulmón a los 77 años.

@_santigr

A los 77 años, el cineasta George A. Romero falleció este domingo en Toronto víctima de un agresivo cáncer de pulmón. Según relató su socio Peter Grunwald, la muerte encontró a Romero en compañía de su esposa Suzanne Desrocher Romero y de su hija Tina Romero, mientras escuchaba la banda sonora de la película El hombre tranquilo, el western dirigido por John Ford.


 


Romero fue parte de la generación de cineastas que a finales de los años sesenta revolucionaron el cine de terror dentro y fuera de Hollywood. Romero intergó este último grupo junto a otros directores como John Carpenter, Wes Craven y David Cronenberg, cuyos nombres dominarían el género entre los años 70 y 80. 


 


Para muchos, Romero fue ante todo el creador del cine moderno de zombis. 


 


Luego de graduarse de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh en 1960, filmó cortometrajes y programas de televisión. Posteriormente, fundó con dos amigos una productora especializada en anuncios televisivos, hasta que más tarde decidieron crear la productora Image Ten Productions y filmar una película basada en la novela de ciencia ficción Soy Leyenda, de Richard Mathenson.


 


Así, Romero filmará en blanco y negro y con un escaso presupuesto, la historia de un pueblo invadido por una horda de zombis. El resultado, The Night Of The Living Dead (1968), será la película que establecerá las reglas del género: los muertos regresan a la vida hambrientos de carne humana, sus mordidas transmiten la infección zombi y la única manera de detenerlos es destruyendo su cerebro.


 


Esta película se transformaría en el prototipo de película zombi, no sólo por su acción y sangre característicos del cine gore, sino por su profundo contenido político: referencias al movimiento de derechos civiles, a la bomba atómica, la guerra y al racismo en EEUU. Los zombis son recuperados por Romero como una herramienta de crítica social que marcará casi toda su filmografía: el consumismo en el capitalismo (Dawn of the Dead – 1978), las megacorporaciones científicas y militares (Day of the Dead – 1985), la desigualdad social (Land of the Dead – 2005), la información en la era de internet en (Diary of the Dead – 2007). Su mejor y más popular heredero, The Walking Dead, no recoge sin embargo esa tradición crítica de los muertos vivientes de Romero. 


 


Romero, en reiteradas entrevistas, señaló que no le gustaba la dirección que el género que ayudó a crear estaba tomando. “Toda esa cosa con la tortura la encuentro mezquina. La gente ha olvidado cómo reír y no veo a nadie usándolo como alegoría. (…) Tengo un uso específico para ellos (sus films de horror). Si hay algo que quiero criticar, puedo traer a mis zombis de vuelta. Y consigo el financiamiento de esa manera. Así puedo expresar mis posiciones políticas a través de esos films”. 


 


Romero fue un revolucionario del género y sus películas, a casi cincuenta años de aquel film fundacional, mantienen una vigencia y un atractivo implacables.