El pasado jueves 11 de enero llegó a la pantalla grande de nuestro país una nueva obra de arte de Jafar Panahi. En esta ocasión como director, guionista y parte del elenco.

En 107 minutos, ficción y realidad se entremezclan ya que Panahi se personifica a sí mismo, como un director que está rodando en forma remota una película que relata la historia de una pareja iraní (la joven Zara, interpretada por Mina Kavani, y su compañero Bakhtiar, personificado por Bakhtiar Panjier) que intenta escapar a Europa para poder vivir su amor, prohibido, ante las existentes normativas de casamiento y unión civil. El director-actor se traslada a una localidad de la frontera con Turquía, el país en que se encuentran los actores, para mejor dirigir el film, lo que suscita el resquemor de la población de la aldea, que ve a la comitiva productora como una amenaza a su cotidianeidad y costumbres.

Panahi es director de algunas obras resonantes por su denuncia al régimen teocrático y la represión que sufre el pueblo iraní, especialmente las mujeres. Ya estuvo detenido en dos ocasiones.

Ganadora del Premio Especial de Jurado en el Festival de Venecia 2022, desde la prisión el director y guionista envió una carta de salutación y agradecimiento, donde también aprovechó para expresar importantes acusaciones. “Los que están en el poder nos ven como criminales (…) La historia del cine iraní es testigo de la presencia constante y activa de directores independientes que han luchado para hacer retroceder la censura y asegurar la supervivencia de este arte. En este camino, algunos se les prohibió hacer películas, a otros se les forzó a exiliarse y otros fueron reducidos al aislamiento”.

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