El Plan Estratégico de Cultura anunciado oficialmente por Telerman, el 30 de mayo (ver Ambito Financiero, 31/5), coloca enteramente el inmensamente rico patrimonio cultural de Buenos Aires (y el país) al servicio de los grandes pulpos inmobiliarios, turísticos, comerciales y financieros. Lo mismo que con Aerolíneas Argentinas.

Este objetivo está definido por el propio Telerman cuando señala que “con la transformación del Teatro Colón en Sociedad de Estado se busca una nueva definición en su administración y en sus vínculos con el ámbito privado” (sic), situación que también comprende al Teatro San Martín. Más claro imposible. Según Telerman, la refacción edilicia del Colón forma parte de este operativo. Los antecedentes del nombrado “asesor” del Plan Estratégico, el empresario catalán Joseph Chías, son el Plan Estratégico Barcelona 2000, el Plan Turístico Barcelona y planes similares en Río de Janeiro: una confirmación de lo que más arriba denunciamos. Con estos “planes” se podría haber contratado como “asesor” a la Sepi (los administradores españoles de Aerolíneas).

La nota de Ambito señala que el Colón “pasará ahora a depender directamente del secretario de Cultura y en su condición de Sociedad de Estado quedará independizado también de la Secretaría General de Música”. Es decir, un verdadero desguace del Cuerpo Artístico del Colón.

Como lo define un compañero: “Se vienen por todo lo que tiene valor y está bien puesto en el patrimonio cultural de la ciudad”.