Cultura

10/6/2020

Que las autoridades de la TV Pública aclaren lo sucedido

Compartimos la publicación que realizó nuestro compañero Iván Moschner en el día de ayer.

Esta noche, últimos capítulos. Historia del hijo de Aurora. Reclamo a Rosario lufrano y el directorio de canal 7 de la TV pública por “12 Casas”


Hoy miércoles terminarán los capítulos de 12 Casas de “Historia del hijo de Aurora”, que coprotagonizo junto aVerónica Llinás, ella estará allí, pero yo no. Hace un rato terminé de ver los otros y luego: mi nombre no fue anunciado. Lo entendería si me hubiese tocado un personaje secundario, aunque no acordara, lo entendería. Pero en este caso protagonizo. La miniserie está basada en “Historias de mujeres devotas”, en esta historia, la devota es Aurora, la madre de mi personaje. Actuamos solo Verónica y yo, y el personaje de Verónica allí tira más bien a la herejía. El título detalla que es la historia del “hijo” de Aurora. Historia que protagonizo. Cuando con gusto terminé de ver los capítulos anteriores, gusto por ver que está muy bien grabada la miniserie, gusto por los textos hermosos, por ver que actuamos ambos más que bien, excelentes estamos. Me entusiasmó poder ver lo próximo esta noche, me gustó ver que Verónica estará, y se me heló la sangre cuando mi nombre no fue anunciado. Se me negó la identidad, se me negó el nombre. Y además, dentro de términos legales, la propiedad intelectual de mi trabajo. Inmediatamente pensé en una obra de teatro de Griselda Gambaro justamente llamada “El nombre”, con cuyo personaje me identifiqué inmediatamente. El nombre es lo único que tiene. Ella es personaje y ni siquiera tiene cuerpo, pero los actores tenemos nombre y cuerpo, y hasta en el cuerpo duele cuando te niegan la existencia. Y cuando roban tu trabajo. Luego pensé en los desaparecidos por la dictadura, que recobraron presencia cuando se les dio nombre en la lucha, fue lo único que se tuvo de ellos durante muchos años. Y es lo único que a muchos les quedó de ellos. Y terminé pensando en el teatro griego, donde los metros cercanos al público eran territorio del dueño de ese espacio, y era el dueño que encarnaba todos los papeles que podía. Luego otros metros para otro actor con personajes secundarios, este actor no debía pasar al territorio de adelante, y luego el coro y corifeos. La propiedad determinaba entonces año a año el protagonismo o no de alguna obra. Acá es el directorio de Canal 7, la Televisión Pública, quienes se erigen en propietarios del espacio público. Por supuesto que no les endilgo que sepan algo de historia ni siquiera de política democrática, pero apenas asumidos muestran sus miserables entrañas. No hay otra razón para este atropello que además de eximio artista de la actuación, en mi vida ciudadana soy opositor opositor, claramente proletario. Que en plena pandemia apoyo la lucha de mis compañeres de clase y de trabajo. De otros artistas y demás necesitades. Esto sí lo saben Rosario Lufrano y el directorio de Canal 7. Y al retirar mi nombre oficia de espada de amenaza y disciplinamiento. Tengo muchos improperios atragantados, pero solo los califico de brutalidad cultural, de negar el nombre a alguien. No encuentro otra comparación con esta política que el espíritu retratado de “El huevo de la serpiente” de Bergman, aquí con aliento a Trump y Bolsonaro. Reclamo que mi nombre sea anunciado junto al de la excelente compañera Verónica Llinás para la actuación de esta noche, y se me informe el monto que me será pagado por el uso de mi imagen, ya que de eso tampoco me hablaron.


Cordialmente, Iván Moschner DNI 16.427.788 Afiliado a la Asociación Argentina de Actores Nro 17.025”