Cultura

13/6/2013|1272

“¿Quién mató a Mariano Ferreyra?”: A dos meses de su estreno, un suceso político y cultural

En una publicación catalana especializada en cine y televisión, un colaborador tucumano especialista en comunicación realizó un minucioso análisis de la aparición de "lo político" en nuestro cine (en la actualidad y la historia) y trazó -para la actualidad- una comparación entre dos modelos: Néstor Kirchner, la película, y “¿Quién mató a Mariano Ferreyra?”.


Si bien la comparación es conceptual y se limita al análisis de los contenidos de las películas y no del impacto social y cultural que éstos han producido, la misma elección para la comparación demuestra que ella es posible.


Tras siete semanas en las salas comerciales de Buenos Aires -y habiendo recorrido las provincias de Córdoba, Mendoza, Tucumán, Santa Fe, Misiones, Chaco, Formosa, Salta y Neuquén-, "la película de Mariano" fue vista por más de diez mil personas que pagaron su entrada.


Esta suma representa un diez por ciento de las entradas vendidas por "Néstor…", pero esos números tienen una historia particular. La película de Néstor fue lanzada en 93 salas simultáneas y tuvo un costo de 6,7 millones de pesos. De estos recursos, muchos fueron empleados en la publicidad del lanzamiento.


En el mundillo del cine se sabe que sesenta mil entradas fueron compradas por los intendentes, bajo presión de La Cámpora. Y que luego estos intendentes no las repartieron, o las repartieron generando un nulo interés.


Luego de dos semanas de exhibición, “Néstor Kirchner, la película” se cayó de todas las salas del conurbano porque nadie asistía. Y nadie había asistido cuando estaba colgado el cartel de "no hay más localidades".


Son generosos los cálculos que indican que 40 mil personas vieron esa película sentadas en el cine. Tampoco se puede saber cuántos de esos 40 mil pagaron por sentarse allí.


La película de Mariano se lanzó en sólo seis salas simultáneas -87 salas menos- y con 80 mil pesos para el lanzamiento  (30 mil aportados por INCAA y 50 mil por el público vía Internet). Contó, es cierto, con la mano de obra impagable de una militancia convencida que pegó afiches, repartió volantes, difundió por Internet, colgó notas, críticas y demás.


Los más de diez mil espectadores que pagaron por ver la película de Mariano son -por ahora- un cuarto de los que vieron la de Néstor. Son también la expresión de un ascenso político, cultural y moral de la izquierda en el conjunto de la sociedad.


¿Cómo sigue?


La película continúa exhibiéndose a través de un circuito que excede al de los cines. Podemos llevarla a cualquier lugar que tenga condiciones mínimas de proyección, montar allí un cine y continuar cortando entradas oficiales que nos permitan continuar desarrollando este ascenso. Estas proyecciones pueden realizarse en lugares de estudio, sindicatos, centros culturales, clubes barriales, salas de cine no comercial, etc.


Se vienen los fundamentos del fallo, se vienen las apelaciones, continúa nuestra lucha. Tenemos esta herramienta a disposición para desarrollarla a fondo, pongámosla en práctica en todos los terrenos.