Cultura

1/9/2016

Rosario: censuran al documental Pibe chorro

Los responsables del Espacio INCAA Rosario decidieron levantar todas las funciones previstas.


Pibe chorro, de Andrea Testa, es un documental que busca abrir el debate sobre la estigmatización de los jóvenes que sufren la falta de perspectivas del sistema capitalista. La película, con un gran esfuerzo militante de difusión, logró permanecer en cartel en el Espacio Incaa Gaumont, en la ciudad de Buenos Aires, por más de un mes, transformándose en uno de los documentales más vistos del último tiempo. Cursos enteros de escuelas del conurbano se organizaron para concurrir al cine y un importante “boca en boca” se fue armando. Finalmente, también generó una gran repercusión en medios periodísticos.


 


Luego de este primer recorrido, la película fue programada en distintos Espacios INCAA del país y los realizadores comenzaron a difundir las funciones. Faltando una semana para la proyección en Rosario, recibieron un mail informando que se daba de baja la película. Los argumentos son que “la ciudad de Rosario se ve conmovida por la situación de inseguridad que se vive todos los días”, que “el clima de miedo se instaló” y que la película “con el titulo puede llegar a provocar situaciones que podemos evitar”.


Días atrás, 20 mil personas se movilizaron en esa ciudad para reclamar por una ola de homicidios.


 


¿Hace falta señalar la pertinencia de que sea proyectada en Rosario? La película que pone en debate el papel de la policía en la organización del delito, usando a los jóvenes como carne de cañon, y de la Justicia, los medios y todo un sector de la sociedad como factor de estigmatización. Una ciudad tomada por el delito, que tiene como cabeza principal al Estado, que hace negocios con uno de los puertos nacionales más importantes (en manos privadas) por donde pasa el contrabando y el narcotráfico. Esto pone aun más de manifiesto que se trata de un inaceptable acto de censura.


 


Por otro lado, la posibilidad de que un Espacio INCAA baje una película a una semana de su estreno da cuenta de la arbitrariedad de su manejo. Desde varias organizaciones de documentalistas venimos exigiendo nuestra participación en la programación y organización de estas salas, tanto para mejorar su funcionamiento para evitar que estos hechos ocurran. La censura de Rosario no fue un rayo en cielo sereno. Los documentalistas estamos luchando, en este momento, en contra de una medida de la actual gestión del INCAA, que nombró de manera inconsulta dos comités de evaluación de documental, atacando la independencia de dichos comités que funcionan desde hace diez años y garantizan pluralidad.


 


La censura cometida en Rosario está generando una importante reacción de repudio y distintos espacios se están proponiendo para proyectar la película. El debate que querían evitar se dará ahora con mayor fuerza y repercusión. Saludamos la lucha contra todo tipo de recorte a la libertad de expresión y llamamos a los documentalistas a estar atentos ante cualquier nuevo hecho.