Cultura

18/3/2015|1355

Se estrena “Cuarenta balas El caso Fischer-Bufano”

Jueves 26 de marzo


A partir del retrato de dos vidas, Cuarenta balas” – El caso Fischer-Bufano (dirigida por Ernesto Gut y Dionisio Cardozo) brinda una valiosa imagen de un momento clave de la lucha de clases en Argentina (la primera mitad de los ’70) y de la militancia de la organización Política Obrera (hoy Partido Obrero).


 


Jorge Fischer y Miguel Angel Bufano fueron dos dirigentes universitarios de la TERS (tendencia estudiantil del PO en aquel momento) que se proletarizaron. Fischer ingresó en la fábrica de pintura Miluz en 1972 y, ya al año siguiente, luego de destacarse en una toma, fue elegido delegado general. Bufano ingresó en esa época a la empresa. En diciembre de 1974, víctimas de una confabulación entre Miluz, la burocracia sindical y la policía, fueron secuestrados por la Triple A en la puerta de la fábrica. Sus cuerpos aparecieron dos días después. El ERP, de manera inconsulta y contraproducente para la organización de la fábrica, asesinó, como “venganza” por el asesinato de Fischer y Bufano, a dos directivos de la empresa. Posteriormente, la Triple A secuestró y asesinó al sucesor de Fischer, el peronista de izquierda Héctor Noriega, quien se había animado a asumir como delegado general de la fábrica, continuando con el legado de sus compañeros. La organización obrera sucumbió a comienzos del ’76, víctima de la represión y la desmoralización.


 


Podemos decir que el film se destaca en relación con el cine que recrea la militancia de la época por dos motivos. Primero: cada año se estrenan decenas de films argentinos sobre los setenta y, en su inmensa mayoría, cuando hablan de represión, hacen referencia casi exclusivamente a la última dictadura militar. Muy pocos hablan de la Triple A, tal vez porque obligaría a referirse a Perón, al PJ y a la burocracia sindical. Una honrosa excepción lo es “Parapolicial Negro” (dirigida por Valentín Javier Diment), que hace foco en la pata policial de la Triple A. Cuarenta balas denuncia el rol de Perón en la configuración de la organización paramilitar y lo hace apoyándose en la caracterización que Política Obrera realizó en ese momento: si el viejo líder volvía del exilio, era para aniquilar la tendencia hacia la independencia política de los trabajadores que la izquierda y el clasismo expresaban.


 


Segundo: la mayor parte de las películas sobre militantes rescata la vida de guerrilleros y reconstruye acciones militares. Aquí tenemos a dos jóvenes que, formándose en el contexto internacional de la revolución cubana, la lucha vietnamita, el Mayo francés y la Primavera de Praga, despertaron a la vida política en la época del Cordobazo. Su militancia consistió en acompañar a esa clase obrera que despertaba, agudizando sus tendencias combativas que permitieran superar la regimentación peronista. En Cuarenta balas vemos lo que era organizar una marcha bajo la dictadura de Onganía y lo que representaba “proletarizarse”, que era no sólo entrar a trabajar a una fábrica, sino también ir a vivir a un barrio obrero. Podemos escuchar la voz de Fischer en el multitudinario plenario antiburocrático que se realizó en Villa Constitución en abril de 1974, llamando a conformar una coordinadora nacional clasista, planteo rechazado por Tosco, Salamanca y Piccinini.


Con más de treinta entrevistas, tres años de investigación, un emotivo acompañamiento musical, animaciones y recreaciones de época, Cuarenta balas muestra que el legado de estos jóvenes militantes (al morir, Fischer tenía 25 años y Bufano 23) sigue profundamente vivo en cada lucha de los trabajadores y en cada militante revolucionario.


La película se estrena el jueves 26 de marzo en el Espacio INCAA Gaumont, Av. Rivadavia 1635, Ciudad de Buenos Aires.