Cultura

22/11/2016

Teatro: últimas funciones de Nerium Park, un thriller sobre el desempleo


La pérdida de trabajo y la dificultad de acceso a la vivienda se repiten tanto en España como Argentina. En ambos países las fracturas del régimen político y económico son piezas de la crisis capitalista mundial. Por eso Nerium Park (la obra de teatro del catalán Josep Maria Miró, actualmente en cartel en la sala porteña Timbre 4), cautiva y estremece tanto al público ibérico como al local.


Con las -enormes- actuaciones de Paula Ransenberg y Claudio Tolcachir, Nerium Park cuenta durante un año la desintegración moral y psíquica de Nacho, luego de ser despedido de su trabajo en plena mudanza con Victoria, su pareja. Por la puesta de esta obra, su directora, Corina Fiorillo, obtuvo dos premios ACE: el galardón a Director de Teatro Alternativo y el ACE de Oro.


Los cónyuges se van a vivir a un complejo de edificios que, como un paisaje de la crisis, ocupan solo ellos y nadie parece poder comprarlos. Hasta que en medio de esta soledad creen ser observados por alguien desde una ventana. A partir de entonces, comienza a sobrevolar la figura incierta de Sergio, también despedido pero sin hogar, que empuja a Nacho hacia la depresión y la locura.


Uno de los logros más fuertes de la puesta es la naturalidad con la que representa la transición que va desde la feliz convivencia del matrimonio hasta el terrible declive mental del marido. Pero este acierto se para sobre uno mayor: la muestra angustiante y minuciosa de los efectos de la crisis en la vida cotidiana. Desde que Nacho pierde el trabajo -uno más en una tanda de 200- y comienza a pasar largas horas inactivo, dejado y en la supuesta compañía de Sergio, el espectador se inclinará sobre una pendiente de puro horror. Un fascinante thriller sobre la descomposición capitalista.


Josep Maria Miró (Barcelona, 1977) es uno de los dramaturgos más importantes de la España actual. Aquí, en Argentina, ya había transitado con éxito, con varias temporadas a sala llena, su drama El principio de Arquímedes. A la sensibilidad para reconocer los fantasmas que recorren la vida contemporánea, el autor suma un uso particular del escenario y textos sencillos pero enigmáticos.


El 18 y 20 de noviembre se darán en Timbre 4 las últimas funciones. El espectador, sea donde fuere, sentirá el vértigo de los acechos de un mundo que se derrumba.