Después de la presentación de la Ley Ómnibus, con la que el gobierno entre otras cosas pretende asestarle un golpe a leyes e instituciones de la cultura, creadas a partir de luchas sostenidas de los colectivos culturales, la comunidad artística comenzó a organizarse con cacerolazos y juntadas de firmas.

El primer paso fue organizar reuniones de derechos humanos autoconvocadas en toda la provincia de Tierra del Fuego para acompañar el reclamo que lleva adelante un grupo de trabajadores y trabajadoras de los centros culturales de la provincia y el colectivo artístico-cultural en rechazo a la Ley Ómnibus en el Congreso.

Así fue que en Ushuaia se empezó el cacerolazo en la esquina de las calles San Martín y Fadul desde el 20 de diciembre, después de que Milei anunciara su DNU.

El debate en estas instancias giró en torno al brutal ajuste contenido tanto en el DNU como en la Ley Ómnibus y al alineamiento de los gobernadores de las provincias a la política de Milei. De hecho, desde el 16 de diciembre, las fábricas comenzaron a despedir, partiendo por los más precarizados que son los trabajadores llamados “temporarios” y luego con los contratados; siguieron con despidos encubiertos (arreglos forzosos) de los trabajadores que tenían años trabajando en las empresas.

También el gobernador Melella dejó sin empleo a trabajadores que no cumplían el año en planta permanente y bajó a aquellos y aquellas que ocupaban un cargo desde hace años. Melella procedió con despidos en áreas estatales como así también despidiendo a los trabajadores de Centros Autárquicos.

Por eso desde el Partido Obrero de Tierra del Fuego llamamos a todos los trabajadores a parar el día 24 de enero, por lo expuesto y en repudio a la represión del cacerolazo del 20 de diciembre último. Y a seguir impulsando los cacerolazos y las jornadas de lucha para darle impulso a los reclamos de los trabajadores de la cultura y en general y a la pelea contra el gobierno de Milei.

Es claro que el gobierno nacional intenta atacar la cultura, la salud, la educación, el derecho a la vivienda, al trabajo, a la jubilación. Es un plan de guerra contra los trabajadores. Nuestra opción para enfrentarlo es la unidad en la lucha de clases. Con ese objetivo, nos encontraremos activando para que salgamos todos a la calle.

No te quedes callado. ¡Salí a movilizarte! Digamos abajo el ajuste contra el pueblo fueguino. Queremos un salario que supere la canasta familiar y trabajo genuino. Basta de precarización laboral.

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