El pasado martes 18 de octubre, en la escuela primaria N°26, hubo un ataque verbal y físico hacia una docente, quien tuvo que ser trasladada a un centro de salud para que atiendan sus heridas. Entre las agresoras, se encuentra la madre de un alumno de la docente.

A raíz de esto, se hicieron presentes en la escuela representantes del Frente de Unidad Docente Bonaerense (Fudb), los cuales tuvieron una reunión con autoridades escolares y la inspectora de la escuela. En esta se decidió hacer un abrazo simbólico a la escuela el miércoles 19 junto a toda la comunidad educativa. Las conducciones gremiales docentes en el Fudb y ATE han llamado a un paro distrital para este jueves 20 de octubre y a una movilización, ante la presión y la indignación de las comunidades educativas que reclaman por el fin de las agresiones.

Lejos de ser una situación aislada, la agresión responde en buena medida a un clima social cada vez más violento que tiene que ver con la pobreza que crece, con que más de la mitad de los pibes del país son pobres, y con que los jóvenes no tienen oportunidades laborales como producto de la política económica inflacionaria y de ajuste de los gobiernos. La Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE), lejos de tomar acciones de prevención para frenar las agresiones y violencias ejercidas en las comunidades educativas, deja la responsabilidad a las autoridades de las escuelas para que desarrollen acuerdos de convivencia adaptados a la realidad de la comunidad. Dejan librados a su suerte a los actores educativos.

El papel de los sindicatos y sobre todo de la conducción Celeste de Suteba en el distrito no ha sido diferente, ya que en las últimas reuniones de delegados esta no discutió salarios ni la precarización laboral docente, lo que es el caldo de cultivo de la sobrecarga laboral y el desánimo docente; si no que hizo énfasis en aspectos que hacen “al buen delegado”. En la primera reunión, se armaron talleres en los que se destacaron los proyectos de acuerdo de convivencias en el marco de la ESI y la función de los centros de estudiantes secundarios para frenar las violencias. Recae una vez más en acciones limitadas que se puedan hacer en las escuelas.

Por otro lado, estos hechos se dan en un cuadro de ataque generalizado por parte de los gobiernos de turno, que se expresa en los bajos salarios, el ataque a los Estatutos docentes y el ajuste fondomonetarista en educación. Por si fuera poco, la policía de Berni y Kicillof han reprimido a docentes y estudiantes. En La Plata, hay un docente de nivel inicial preso con acusaciones falsas.

Hace falta una respuesta de conjunto, realizar asambleas generales donde se vote un plan de lucha con paro para conquistar todas las reivindicaciones docentes. El Estado es responsable.