Educación

9/12/2019

Al menos diez despidos en ORT, para garantizar la precarización

Un ataque al conjunto de la docencia.

El pasado viernes 6 de diciembre la escuela ORT despidió al menos diez docentes sin causa. Al llegar a la escuela los docentes se encontraron con un intimidatorio operativo de seguridad, dispuesto para garantizar que los docentes desafectados no permanecieran en el edificio y atemorizar al resto.


El número de despedidos no es preciso porque las autoridades se negaron a entregar un listado al cuerpo de delegados que se fue anoticiando a medida que los compañeros recibieron los telegramas. Las autoridades rechazaron explicitar cuáles son las razones de los despidos, pero dejaron en claro que las motivaciones no eran pedagógicas sino de otro tipo. Los antecedentes exponen lo que los directivos omiten: se trata de una persecución gremial contra un cuerpo docente que ha desarrollado un proceso de organización que la institución objeta. Los docentes venían reclamando por sus condiciones de trabajo, por la realización de las jornadas EMI y por la capacitación en ESI y su aplicación en las aulas. Los delegados expresaron que durante todo el año sufrieron amedrentamientos y destrato por parte de las autoridades.  Las cesantías enmascaradas bajo la forma de “una decisión institucional” buscan aleccionar y disciplinar al resto de los trabajadores de la escuela. Los despidos sin causa son en definitiva fruto de la inestabilidad laboral, que permite la arbitrariedad patronal -para la cual la organización de los trabajadores y trabajadoras, por primera vez en historia de la escuela y con una votación masiva de este cuerpo de delegados, representan un límite.


En lucha


Rápidos de reflejos, el cuerpo de delegados y los docentes organizados convocaron a una asamblea que ha resuelto ir por la reincorporación inmediata de todos los compañeros, votando entre otras medidas un abrazo a la sede Yatay de ORT para este miércoles a las 17 h.


Han llegado muestras de solidaridad de toda la comunidad educativa que se encuentra conmovida por el trato recibido por trabajadores, reconocidos por su compromiso con la enseñanza y sus tareas profesionales, y la difícil situación en la que esta decisión deja a diez familias que pierden su sustento a días de que termine el año. El comunicado de los trabajadores fue reproducido por el sindicato UTE, al cual el cuerpo de delegados pertenece, y recibió la solidaridad también de Ademys. Estamos frente al inicio de una lucha a fondo por la reincorporación que, además de este objetivo inmediato, tiene un contenido profundo para toda la docencia de las escuelas privadas: la conquista del derecho a la organización contra la precarización y la inestabilidad laboral.


Un accionar común de las patronales de la educación privada y del Estado


La mitad de los trabajadores de la educación se desempeñan en la de gestión privada, donde la precarización e inestabilidad están generalizados.


Los despidos sin causa son moneda común en esta época del año; loa propia reglamentación se remite al código de comercio, que habilita el despido sin causa. Sobre esta inestabilidad las patronales avanzan en la precarización e incluso en el incumplimiento del propio estatuto docente bajo la amenaza latente de despido.


Es por esto que las patronales combaten como la peste las experiencias de organización que se vienen dando en los últimos años, a partir de la profundización de la crisis y el ajuste, donde incluso se han elegido cuerpos de delegados. Los empresarios desconocen estos procesos y los atacan con todas sus herramientas, desde el acoso laboral hasta el despido. Por eso resulta preciso la extensión y articulación de la organización de los trabajadores de la educación privada junto a los de la pública.


Las escuelas privadas sostienen su negocio sobre algunas premisas: ofrecen la garantía de ser libres de huelgas, en la gran mayoría de los casos reciben subsidios por parte del Estado para abonar salarios, e incluso exenciones impositivas, mientras sobreexplotan a los trabajadores imponiendo condiciones de precarización y sobre trabajo. Frente a la debacle que sufre la escuela pública en base al ahogamiento presupuestario, la escuela privada se postula como el resguardo de la calidad educativa. Este esquema de negocios no es compatible con la organización de los trabajadores para la lucha por el salario y por sus condiciones de trabajo. La persecución gremial es una estrategia común de la patronales que permite fracturar a la docencia entre los trabajadores de pública y privada, entre los que pueden parar y los que no, entre los que tienen derechos y los que no. Pero en definitiva esta política opera presionando hacia a la flexibilización al conjunto de la docencia. El Estado mismo utiliza la garantía de no paro de los colegios privados para denunciar a los sindicatos y acusarlos del vaciamiento de la escuela pública, mientras avanza en la precarización de las condiciones de trabajo de la docencia y el vaciamiento de la educación. La contraposición del modelo de negocios al del vaciamiento busca enfrentar a los docentes de pública y privada, siendo en muchos casos los mismos los que trabajan en uno y en otro sector.


En la actualidad el 55% del sistema educativo está en manos de la gestión privada, es por esto que la organización común de todo el gremio es una tarea fundamental. La salida es la organización unitaria del conjunto de la docencia bajo un programa de independencia de los trabajadores por el salario, la estabilidad laboral, las condiciones de trabajo y el conjunto de las reivindicaciones de los trabajadores de la educación.


Desde Tribuna Docente damos todo nuestro apoyo a los compañeros de ORT y decimos: abajo los despidos, vamos por la reincorporación inmediata de todos; basta de persecución gremial.