Como parte de un nuevo ataque a la educación en general, y en particular a la educación especial, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y las autoridades del colegio privado Nuevo Horizonte anunciaron hace tan solo algunos días el cierre inminente de este espacio educativo que certifica estudios en todos los niveles, desde inicial hasta secundario, y en el que gran cantidad de estudiantes tienen discapacidad.

Aunque la escuela cuenta con un 60% de subvención y cobra una cuota mensual a las familias, proceden a este ataque sin más explicaciones que la alusión a una cuenta matemática, en la que supuestamente los números no dan. Los dueños de la escuela aducen que una de las causas sería “los incrementos salariales docentes y no docentes en los últimos años” cuando estos fueron siempre por detrás de la inflación.

El lunes 13 a las 9 de la mañana, bajo la lluvia, más de 100 padres y trabajadores realizaron un abrazo a la escuela, con bastante repercusión mediática. Allí se pronunciaron contra el cierre y exigieron respuestas a tantos interrogantes, por ejemplo: ¿Adónde fue a parar todo el dinero? Sin embargo, frente al problema, la ministra autocandidateada a Jefa de Gobierno porteño planteó: “que se cierre la escuela”.

La dirección Celeste del sindicato UTE se hizo presente en el lugar, exigiendo a la DGEGP que tome cartas en el asunto, cuando el hecho solo puede entenderse como parte de un acuerdo entre la patronal que se comió los subsidios y el Ministerio de Educación que desprecia el trabajo y el lugar de la escuela especializada en discapacidades e inclusión.

Este cierre se inscribe en el marco de una política sistemática de ataque a la modalidad, que en la escuela pública se hace sentir con un ajuste brutal en los recursos para los proyectos de inclusión, la falta de escuelas especiales y de espacios educativos particularmente para jóvenes y adultxs mayores de 22 años luego de la expulsión de los mismos perpetrada por el Ministerio de Educación de Acuña-Larreta, a contramano de la enorme movilización de familias y docentes que estuvo en pie de lucha durante todo el 2022.

Desde Tribuna Docente y el Partido Obrero nos sumamos al reclamo de docentes y familias para frenar el cierre exigiendo que se abran los libros contables de la escuela y reclamamos al gobierno de la Ciudad la continuidad de la escuela, de sus trabajadores y de sus estudiantes como escuela pública.

La banca del Partido Obrero en la Legislatura de CABA se pone a disposición de esta lucha.

Ningún despido.

Que se abran los libros.

Continuidad de la escuela.