Educación

28/7/2022

CABA: directora de una escuela primaria de Villa 31 denunciada por maltrato a la comunidad educativa

Basta de violencia contra las infancias.

Escuela Bandera Argentina.

Durante las últimas semanas antes del receso escolar de invierno los medios dieron a conocer la situación vivida por la comunidad educativa de la escuela primaria Bandera Argentina -“banderita de Retiro”-, la cual ha sido discriminada, hostigada y acosada por Mónica Casalini, directora del establecimiento, quien también ejerció maltrato psicológico y físico sobre las infancias que asisten a la escuela. Las familias incluso denunciaron las permanentes renuncias de docentxs debido a los maltratos y al complejo clima institucional que genera la directora, quien fuera nombrada por Soledad Acuña evitando atravesar los mecanismos regulares de la carrera de ascenso para ocupar la dirección de “la banderita”, tal como debe hacer la docencia que intenta ascender.

El caso tomó visibilidad a partir de una “gota que rebalsó el vaso”: la situación límite en la que un menor huyó de la escuela atemorizado por el maltrato y las amenazas que desenvolviera por Casalini. Luego de una intensa búsqueda por parte de su familia fue hallado por su mamá y su papá; el niño, que ahora no quiere asistir a la escuela para no encontrarse con la directora, estaba escondido en la calle por el miedo. La familia realizó la denuncia y la investigación está abierta en el Ministerio de Educación, supuestamente, en los organismos correspondientes a la disciplina docente. Por la naturaleza de los hechos denunciados, el gobierno porteño y el ministerio de Educación debería aplicar el protocolo ante casos de violencia y separar preventivamente al docentx al menos durante el período que dura la investigación.

Como respuesta a esto, la comunidad educativa de la banderita, junto a los sindicatos Ademys y UTE, realizaron un corte frente al ministerio de Educación, exigiendo la separación del cargo de Casalini y la restitución inmediata a la banderita de lxs estudiantxs que fueron cambiadxs de escuela por razones de cuidado de su integridad, dignidad y derechos. Ante esto, la respuesta ministerial fue ratificar la vulneración de los derechos de lxs estudiantxs, dejándolos fuera de su escuela, y defender y encubrir a la directora puesta a dedo por Acuña.

En la banderita y en todos lados: basta de violencia contra las infancias

El nombramiento a dedo de Casalini en una escuela cuyas características son su elevada cantidad de estudiantxs y secciones de grado, un plantel docente numeroso, y una comunidad atravesada por las diversas problemáticas propias de un barrio enorme, víctima de la especulación inmobiliaria promovida por Larreta y de sus políticas de falsa urbanización, por problemas de acceso a la salud, al trabajo y a la vivienda, configuró un panorama sombrío. La directora, además, extrema el criterio de la propia ministra Soledad Acuña de que “los chicos perdidos en los pasillos de la villa cayeron en el narcotráfico”, entre otras formas de estigmatización y desprecio tanto a las infancias de la escuela como a sus familias.

Es urgente que se aplique el protocolo ministerial y que lxs chicxs que lo requieran sean reintegradxs a la escuela. El gobierno porteño es responsable. Las familias se encuentran en estado de alerta durante el receso y dispuestas a resolver en asamblea una próxima medida en defensa de lxs pibxs, su derecho a ser acogidxs con buen trato y respeto, del derecho a la educación y al acceso a una vacante en la banderita, y en defensa de la Educación Pública.