La comunidad educativa de las escuelas Garzón Agulla y Carbó están en lucha para ganar reparaciones y mejoras de sendos edificios. En el primer establecimiento hubo un abrazo simbólico para visibilizar el reclamo. En el segundo, los y las docentes de todos los niveles se encuentran en estado de asamblea permanente hace más de 10 días y el centro de estudiantes se sumará en las acciones de visibilización.

Las respuestas del gobierno son insuficientes, nulas y en algunos casos peligrosas. Por ejemplo, en el Garzón Agulla se realizó una prueba de gas con el alumnado y la docencia dentro, lo que causó descomposturas y malestares entre los y las presentes, poniendo seriamente en riesgo su salud.

Las mencionadas escuelas no son una excepción, en la provincia hay una gran cantidad que se encuentran en situaciones edilicias similares, como Jerónimo Luis de Cabrera, ISEAM Domingo Zípoli, CENI Juan XXlll, Nicolás Copernico, entre muchos otros de Córdoba Capital, pero también tenemos el ejemplo del Liceo de Cosquín o el Carande Carro en Carlos Paz.

En este contexto, nos encontramos frente a un desfinanciamiento continuo por parte del gobierno provincial. En los últimos 10 años, la inversión en educación se redujo casi en 10 puntos, pasando del 36% del presupuesto total, en 2012, al 27,4% en 2022. Esto se suma a la licuación de las partidas por inflación y la descomunal subejecución de las mismas; los recursos de Infraestructura de Escuelas lleva 10 años subejecutando los montos que no alcanzan el 50%.

El aun gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, está destinando millones para su campaña presidencial, costeó enormes sumas para financiar una propaganda en los medios en contra de la docencia en el marco de la última paritaria y, como corolario, en el primer debate presidencial, hizo declaraciones que están muy alejadas de la realidad sobre el rol del Estado en función de la educación provincial.

Los reclamos de las escuelas son concretos: exigen la inmediata ejecución de las reparaciones comprometidas, la realización de un informe estructural de riesgos del edificio, un plan de evacuación, como así también que se respeten los protocolos de seguridad para el desarrollo de las reparaciones. Estos planteos se suman a la exigencia de que se respete el cronograma de desinfección y la cobertura de cargos vacantes.

“Unidad desde las Escuelas”, en la conducción de UEPC Capital, llama al conjunto de la docencia, estudiantes y familias a abrazar estos reclamos, donde se juega la seguridad y la calidad educativa de sus hijos.

La UEPC debe convocar a toda la docencia a acompañar estas luchas, y llamar a asambleas de delegados para organizar un plan de acción apoyado por todos y todas las docentes exigiendo el efectivo cumplimiento de los planes de obras en todas las escuelas y el mantenimiento y reparación de la infraestructura escolar.

Las iniciativas del Carbó y del Garzón Agulla muestran un camino y abren paso a la organización y la unidad, que debe ser tomado como propio por todas las escuelas. Si ganan ellos, ganamos todos.

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