Educación

5/7/2021

Córdoba: una encuesta refleja los problemas de la escolaridad en las familias trabajadoras

Sin vacunas, sin dispositivos, sin conectividad, no hay presencialidad segura.

Los docentes de una escuela municipal ubicada en la zona noroeste de la ciudad de Córdoba aprovecharon la entrega de módulos alimentarios para realizar una encuesta sobre la situación de las familias. Los resultados retratan la realidad de quienes estudian en las escuelas municipales y provinciales de nuestra ciudad.

El cuestionario utilizado fue diseñado sobre un formulario de Google de 17 preguntas y se recabaron datos de 155 familias, principalmente a partir de la voz de las madres. Casi un 40% de las encuestadas tiene 3 o más hijes en edad escolar, lo que supone que abordar el trabajo escolar en el seno familiar constituye un problema organizativo considerable, máxime si no hay dispositivos ni conectividad.

Según la citada encuesta el principal dispositivo tecnológico en el hogar es el celular. Un 12% (19 familias) no tienen teléfono móvil; y en su enorme mayoría quienes sí tienen sólo disponen de un dispositivo para acompañar el trabajo escolar (57,4%). Un 30% de las familias disponen de wifi; el 41,9% se conecta a través de datos y el 32,9% no tiene acceso a internet.

El trabajo remoto a través de cuadernillos con actividades es altamente valorado por las familias. Pero las consultas y aclaraciones necesarias para el acompañamiento sólo pueden vehiculizarse a través de mensajes de WhatsApp -la aplicación mayoritariamente utilizada-, con mensajes o audios entre familias y docentes, pero no como canal para enviar evidencias, ni complementar materiales de estudio por la falta de memoria, de cámara o de datos de los dispositivos utilizados.

Las tres principales necesidades identificadas a partir del cuestionario son el trabajo, la vivienda y la alimentación. Hace meses superó el 40% de pobreza. En un contexto de desocupación abrumadora, los adultos circulan en busca de garantizar el sustento a pesar del temor al contagio. El problema de la vivienda es síntoma de que se alquila o ésta constituye un espacio que no garantiza la satisfacción de las necesidades del grupo familiar; de ello da cuenta que durante las últimas semanas de presencialidad escolar las familias de esta escuela hayan solicitado dispensar a los niños de asistir al establecimiento porque “si se contagia uno nos contagiamos todos, porque no tenemos dónde aislarnos”. Ante la pregunta “¿qué sería necesario para mejorar la situación?”, las familias señalaron de manera contundente: vacunación y trabajo.

La encuesta recorrió la mirada en torno del aprendizaje escolar de los niños: expresaron preocupación por el retraso pedagógico (54,2%), por el contagio (38,7%) y por las dificultades para el acompañamiento (29,7%). Según informaron los encuestadores, los comentarios de las madres subordinaron el regreso a la presencialidad a condiciones seguras, ya que en sus expresiones la escuela era indispensable “cuando pase la pandemia”.

Cabe señalar que el retraso pedagógico al que refieren es multicausal: particularmente incide la falta de dispositivos y conectividad, las dificultades manifestadas por las propias madres para atender simultáneamente la escolaridad y las tareas domésticas. Quienes se pronunciaron en contra de la presencialidad lo hicieron aludiendo al riesgo que advertían, tanto en el barrio como en el seno de la propia familia, por miembros con comorbilidades sin que ello pueda interpretarse como un rechazo a la escolaridad.

El gobierno de Martin Llaryora no garantiza la virtualidad

Nuestras familias entienden que la presencialidad constituye el modo viable de acceder a la educación porque constatan a diario que los dispositivos que anunció el gobierno son solo publicidad electoral que se diluyen sin concretarse. No cambiaron las condiciones del 2020 a esta parte, y por ello no ven opciones. Sin embargo son conscientes del riesgo epidemiológico, sin vacunación y con importantes niveles de contagio, y que el regreso a la presencialidad equivale a caminar un campo minado.

Las respuestas de este cuestionario muestran una radiografía de lo que ocurre socialmente. En lugar de desarrollar una campaña masiva de vacunación en los barrios, garantizando alimentación y conectividad, el Ministerio de Educación vuelve a instalar la presencialidad de manera solapada, habilitando tutorías en la última semana de clases para niñes que no se conectan, exponiéndoles cuando sigue vigente la alarma epidemiológica, y sin haber destinado recursos para garantizar una presencialidad segura.

Revertir el fracaso escolar requiere disponer de recursos. En ese sentido, la concejala del Frente de Izquierda, Cintia Frencia, presentó un proyecto para garantizar la educación virtual, que contempla un programa de conjunto para que efectivamente se garantice la educación en las escuelas municipales.

Desde nuestra agrupación Fucsia levantamos el retrato de esta encuesta escolar y reclamamos que se dispongan los recursos necesarios para una educación remota con dispositivos y conectividad, acompañando el esfuerzo de las escuelas y las familias para sostener la educación pública. Esos dispositivos no sustituirán la figura indispensable del docente, sino que favorecerán la continuidad de un vínculo pedagógico indispensable para que el aprendizaje tenga lugar mientras dure la pandemia sin exponer a docentes y estudiantes.