Educación

27/7/2018

Derrotemos el vaciamiento de la educación técnica

La difusión del contenido de la reforma que cocina el gobierno de Vidal para la Educación Técnico Profesional ha desatado una fuerte resistencia de docentes y estudiantes, como se expresó en asambleas y movilizaciones en distintos puntos de la provincia.


El aspecto más saliente y que ha puesto en alerta a la comunidad educativa es el recorte de casi 1.500 horas en los diseños curriculares, lo que implicaría el despido de docentes y reducción de contenidos que se dictan en las escuelas. Junto con el recorte de materias básicas se promueve el “Aprendizaje Basado en Proyectos”, lo que incluye la precarización laboral de los estudiantes trabajando en “proyectos” coordinados con empresas.


La página oficial de la DGCyE agrega que “las modificaciones en la estructura curricular estarán acompañadas por la incorporación de nuevas figuras institucionales que acompañen estas transformaciones”, como por ejemplo los “docentes de apoyo y acompañamiento”. Sin materias ni cursos a cargo, se trata de la flexibilización laboral docente mediante la creación de un escalafón por fuera del Estatuto del Docente, al cual el gobierno de Vidal viene atacando con el desmantelamiento de los Equipos de Orientación Escolar (EOE) o proyectos de ley que buscan convertir a los profesores de educación física, artística e inglés en monotributistas.


Pero este ataque no es solo la reforma laboral para los docentes de la educación técnico-profesional, lo es también para los estudiantes. Ya no se formará a los estudiantes en oficios específicos sino en “capacidades para desempeñarse en situaciones sociolaborales concretas” lo que, agrega, “solo es posible si se generan en los procesos educativos​​ actividades formativas de acción”. Es decir que la Educación Técnico Profesional ya no formará técnicos sino operarios, sobre la base de poner a trabajar (precarizados) a los estudiantes.


Privatización


Esta degradación educativa, en la que se quiebra un proceso formativo de conjunto en pos de convertir a las escuelas en oficinas de recursos humanos del capital, donde se parcializan los saberes para sólo brindar las llamadas “capacidades blandas”, ofrece además una importante plataforma de negocios con la educación.


De nuevo según la página de la DGCyE, “los nuevos diseños de la Educación Técnico Profesional tendrán una estructura modular” basada en el “concepto de trayectoria formativa”, lo que “permitirá que los estudiantes alcancen una certificación profesional que será, a su vez, condición de ingreso de otro trayecto más complejo o de otro nivel de certificación”, dando lugar a “la acreditación de saberes independientemente del recorrido en su conjunto”. De esta manera se ofrecen títulos degradados para que las empresas contraten al menor precio, y se abre el juego a un sinfín de cursos específicos que acrediten “trayectos formativos” (RTF) que podrán ser dictados por privados cobrando aranceles.


En el caso de la educación superior ello es explícito. Se han conformado mesas para la adecuación de 50 carreras de Educación Superior Técnica y “se prevé que muchas de ellas sean de dos años y, sus contenidos, semipresenciales”. También se está llevando a cabo una “revisión completa de la nómina de la oferta de Formación Profesional, modificándose para este año 75 diseños curriculares”.


Derrotemos la reforma


El rechazo de la comunidad educativa es enorme. Se han puesto en pie coordinadoras, tanto estudiantiles como docentes, y realizado marchas en La Plata, La Matanza, Escobar, en Zona Sur, entre otros. Está convocada para el lunes 30, junto con el no inicio de clases, una movilización provincial a la DGCyE en La Plata. Es necesario desarrollar esta lucha poniendo en pie convocatorias en toda la provincia para hacer retroceder este verdadero desmantelamiento de la educación técnica. La UJS y Tribuna Docente se encuentran peleando por ello en cada lugar. Organicemos un estudiantazo junto con la lucha por imponer un paro general docente, para derrotar a Vidal y Sánchez Zinny.