El gobierno nacional subejecutó las partidas presupuestarias erogadas en 2021 a los programas de Educación Sexual y sectores de salud reproductiva. Así se desprende de la propia Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC), tras actualizar los Ministerios de Educación y de Salud el estado real de ejecución de los fondos. La baja, que alcanzaría hasta un 15%, es el retrato de cómo el sendero de ajuste fiscal que implica el acuerdo con el Fondo llega a todos los recovecos del gasto público; incluida también la Educación Sexual.

El Presupuesto 2021, festejado cínicamente por el feminismo oficialista como un “presupuesto con perspectiva de género”, agravó un cuadro de machaque general que ya se venía consolidando con la subejecución de las partidas de Educación Sexual contempladas en la prórroga del Presupuesto 2019 que rigió para 2020. La “ley de leyes” del año saliente representó además una pérdida escandalosa en términos de recursos para el área. Sucede que el gobierno considera como PPG (Presupuesto con Perspectiva de Género) a políticas que ya existían previamente, haciendo una enorme demagogia de cara a la población mientras los presupuestos para los programas destinados a los problemas de las mujeres y las diversidades son escasos. Tanto es así que del total de estos fondos caratulados como PPG, la Educación Sexual recibió ¡el 0,01% del total!

Ahora bien, si ya el ajuste cobraba grandes dimensiones desde el vamos, los fondos destinados al programa de Fortalecimiento a la Educación Sexual Integral atravesaron una revisión a la baja durante el trascurso del año. De los escasos $122.8 millones destinados a las 24 provincias, se podó un 8,1% que llevó el monto total a $112.7 millones (Infobae, 6/3). Según una estimación periodística citada en el artículo mencionado, esto implicaba aproximadamente $10,7 al año por cada alumno del país.

Pero al fin de cuentas las actualizaciones ministeriales sobre la utilización de fondos constatan que la subejecución terminó esquilmando los recursos fiscales del área a $82.919 millones. En tanto, otras partidas, como la de capacitación docente en ESI, también se subejecutaron. En 2021 se apuntaba a formar a 43.500 docentes en materia de Educación Sexual (¡sobre 1.3 millones de educadores en el país!). No obstante, al tercer trimestre del año pasado se capacitaron 36.475.

A su vez, se ajustó y se subejecutaron también las partidas destinadas a los programas de salud reproductiva. Las acciones en perinatología se ejecutaron en un 71,9%: se hicieron valer $832 millones sobre una partida que ya había caído a $1.157 millones dada una reducción del ¡42,7%! respecto a los $2.020 millones iniciales. La entrega de leche fortificada estaba prevista en 10.500.000 millones de kilos, de los cuales se distribuyeron solo 3.029.007. Otro tanto ocurrió con los preservativos, de los cuales se entregaron un 6% menos de lo previsto, y con los anticonceptivos para mujeres y cuerpos gestantes, un 12% menos de lo previsto.

Demás está señalar que estas cifras se conocen a pocos días de conmoverse el país con la violación grupal en Palermo, anticipando también la difusión de un caso de abuso sexual en Lanús o de un reciente femicidio en Formosa. En la antesala de desarrollarse una nueva jornada en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se corrobora que la “perspectiva de género” del gobierno fue tan solo un eslogan a la búsqueda de institucionalizar las demandas del movimiento de mujeres y diversidades que ganó masivamente las calles con la Marea Verde.

La ausencia de financiamiento de estas partidas son el franco testimonio de que la Educación Sexual directamente no se aplica. Por ello mismo es que el Frente de Izquierda – Unidad presentó en numerosas ocasiones en los distintos recintos provinciales, incluso en el Congreso Nacional en el año 2018, mediante la banca de Romina Del Plá, proyectos para modificar sus prebendas a las Iglesias (fundamentalmente el artículo 5, que cede la impartición de los contenidos a la discreción del “ideario institucional”), y que sea efectivamente aplicada. Todos los que nos vienen gobernando, desde el kirchnerismo y las distintas alas del PJ hasta los radicales, el macrismo y la derecha los han cajoneado una y otra vez. El régimen político de conjunto mantiene lazos inquebrantables con las Iglesias, que niegan el derecho a la Educación Sexual y preservan a un régimen que educa en la violencia y el sometimiento contra las mujeres y las diversidades.

Este 8 de marzo es imperioso seguir levantando las banderas de una Educación Sexual Integral laica, científica, obligatoria y respetuosa de las diversidades, que sea discutida y resuelta por la comunidad educativa y las organizaciones de mujeres y diversidades pero que cuente con recursos de financiamiento genuinos. Para ello, se plantea indiscernible la pelea por conquistar la ESI y su aplicación del repudio al pacto de ajuste y saqueo con el FMI, que es el que motoriza este ajuste sobre el área y que se estará debatiendo en un Congreso unificado para este cometido. Más que nunca se vislumbra la importancia de que la movilización de este 8M sea absolutamente independiente del gobierno y los bloques patronales.

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