Javier Milei anunció que decretará un beneficio para padres que envían a sus hijos a colegios privados, para que puedan solventar la cuota frente a la liberación de los valores de la educación privada. Lo confirmó en una entrevista con el periodista Luis Majul (El Observador 107. 9, 5/2).

Lo que Milei y su ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, presentan como una ayuda –que paralelamente le quitan a los comedores populares que luchan contra el hambre en la Argentina- es un nuevo subsidio a los capitalistas de la educación.

Desde fin de año, y, con mayor énfasis, luego de los nefastos 50 días de gobierno de Milei, que con su plan motosierra ajusta a los trabajadores y desvaloriza los ingresos mediante políticas hiperinflacionarias, los mercaderes de la educación privada están reclamando al Estado que los salve de la inevitable caída de la matrícula en sus establecimientos.

Una verdadera estafa

Los lobistas de la educación mercantilizada de todo el país han declarado que deben aumentar sus cuotas por encima del 50% (los incrementos no tienen límites); dicen que el aumento de los salarios docentes han superado a la inflación. Norberto Baloira, secretario ejecutivo de la Junta Coordinadora de Asociaciones de Enseñanza Privada (Coordiep), declaró que “con los aumentos de los sueldos de docentes y no docentes por paritarias volverán a incrementarse los aranceles” (Perfil, 31/1).

Se trata de una estafa por partida doble, porque los salarios docentes, aún con los aumentos, están por debajo de la inflación y de la línea de pobreza, y porque la mayoría de las escuelas privadas reciben subsidios millonarios con los que cubren los sueldos de sus empleados.

Más del 70% de los establecimientos privados recibe subsidios estatales, que llegan a ser el equivalente al 20% del gasto educativo de cada provincia.

El secretario Torrendell defiende su plan “platita”

Carlos Torrendell, el secretario de Educación nacional, es un exponente del clericalismo más derechista, y un representante directo del mayor monopolio privado de la educación, que es la Iglesia Católica. El 75% de las escuelas de la Iglesia tiene subsidios, que van desde el 100% hasta el 80% del costo de los salarios de sus docentes.

Para Torrendell, Pettovello y Milei, que los capitalistas de la educación requieran asistencia estatal no es síntoma de que son improductivos e inútiles que gastan más de lo que pueden. No hay ajustes para esta lacra ineficiente. Paralelamente, Sandra Pettovello niega comida a los comedores populares, que alimentan a un amplio porcentaje de la comunidad educativa de este país. El superministerio de la Pettovello es el ministerio del lucro del capital, ajeno a cualquier rasgo de humanidad.

Estatización bajo control de la docencia y la comunidad educativa de toda escuela privada que expulse matrícula o cierre

Los abusos y atropellos de parte de los capitalistas de la educación son moneda corriente, con el incremento sistemático de los valores de las cuotas escolares y con la creciente ola de cierres de escuelas privadas, que abandonan a la comunidad de la noche a la mañana para avanzar en negocios inmobiliarios en numerosas partes del país.

La crisis provocada por la salvaje devaluación de los salarios anuncia, además, un éxodo importantísimo de alumnas y alumnos hacia la educación pública, que está completamente desfinanciada.

Los subsidios millonarios a los mercaderes de la educación deben ser eliminados y ser parte de un aumento del presupuesto educativo al servicio de la escuela pública. Y toda escuela privada que expulse matrícula o cierre tiene que ser estatizada bajo control de la docencia y la comunidad educativa, para garantizar los puestos de trabajo y la educación del alumnado.

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