El gobierno terminó de dinamitar el programa Conectar Igualdad, recortándolo en $30 mil millones por lo que queda del año. De este modo, se estarían dejando de comprar unas 180 mil computadoras para estudiantes secundarios de escuelas estatales de todo el país, mientras casi la mitad de los jóvenes no cuenta con una en su hogar.

Cabe destacar que el gobierno ya venía subejecutando la partida asignada al Conectar Igualdad. En 7 meses solo se devengó el 45% de lo presupuestado para todo el 2022. Por lo tanto, con el reciente recorte, se barrió con el 63,9% de lo que faltaba ejecutar, lo que equivale prácticamente a cerrar el programa hasta fin de año.

El oficialismo busca acercarse a la meta fiscal impuesta por el FMI pisoteando el derecho a la educación. Esto, cuando la falta de dispositivos tecnológicos y de conectividad le impidió a más de un millón de estudiantes poder continuar durante la pandemia. Sin ir más lejos, el  48,7% de los chicos de entre cinco y 17 años no contaba con una computadora en su hogar hacia fines del 2019 según un informe de la UCA.

Frente a esta situación, miles de jóvenes de las barriadas se movilizaron en cinco oportunidades al Ministerio de Educación reclamando este insumo básico para poder cursar de manera virtual, sin obtener respuestas por parte del gobierno. Recordemos que Alberto Fernández había prometido repartir 546.600 notebooks en 2021 de las cuales solo entregó 55.419 (10%).

A pesar de la vuelta a la presencialidad, la computadora sigue siendo necesaria para estudiar. Sin ella no podemos buscar información ni hacer trabajos prácticos o monografías. El desmantelamiento del Conectar Igualdad no solo provocó deserción durante la pandemia sino que seguirá acentuando la brecha tecnológica que existe entre los estudiantes que pertenecen a distintos niveles socioeconómicos.

En defensa de la educación pública se vuelve prioridad enfrentar en las calles el acuerdo de ajuste entre el gobierno, la oposición de derecha y el FMI.