Educación

21/3/2019

El vaciamiento de los comedores escolares en Ciudad de Buenos Aires

Padres y docentes denuncian ajustes en las becas y en la cantidad y calidad de las porciones. Legisladores del Frente de Izquierda presentaron un pedido de informe.

Esta semana los diputados del Frente de Izquierda Gabriel Solano (Partido Obrero) y Laura Marrone (Izquierda Socialista) presentaron en la Legislatua porteña un pedido de informe sobre las raciones y becas en los comedores de las escuelas del nivel inicial y primario.


La acción responde a las denuncias que les han hecho llegar familiares, directivos, docentes y sindicatos en relación con ajustes significativos en las porciones y la calidad de comida, y del sinfín de problemas en los trámites online para solicitar becas.


En el presupuesto 2019, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta destina apenas $45 por ración alimentaria, al tiempo que reduce la cantidad de becas un 7,5%. La variación nominal presupuestaria, entre el 2018 y el 2019, ha sido del 26%, cuando la proyección inflacionaria del Banco Central es del 35%. Se trata una pérdida de por lo menos 10 puntos, cuando (como señalan docentes y directivos) crecen al calor de la crisis las necesidades de la población que asiste a los comedores de las escuelas públicas. Vale señalar que en la capital del país casi la mitad de los niños y adolescentes viven en la pobreza.


El déficit es tal que en muchos casos las conducciones escolares y cooperadoras han tenido que costear raciones de comida para cubrir las cantidades necesarias para el estudiantado.


Es claro que Larreta y su ministra de Educación Soledad Acuña desenvuelven una política contraria al pueblo trabajador.


La exigencia de la universalización de las becas para los comedores escolares y viandas debe ser acompañada por el reclamo de pase a planta permanente de las y los trabajadores tercerizados que atienden los comedores de las escuelas. Los negociados con los concesionarios de los comedores plantean la conformación de comisiones de familias, docentes y sindicatos que lleven adelante un control permanente de la asistencia alimentaria y las necesidades reales de la infancia.