El Servicio Alimentario Escolar (SAE) entregó bolsones con alimentos en mal estado a cientos de familias en Tres de Febrero.

Entre los productos repartidos se encuentran las galletitas “Tocoñato”, que distintas familias denunciaron que estaban con gusanos y hongos.

El municipio viralizó un comunicado oficial, el sábado a última hora, indicando que todos los paquetes distribuidos en los bolsones debían ser descartadas de forma urgente. Pero esas galletitas fueron repartidas en 76 escuelas del distrito el viernes 29 de junio, y un enorme porcentaje de familias informó que sus chicos ya las habían consumido. E, incluso, reportó casos de alumnos de nivel inicial que se descompensaron tras ingerirlas. En su comunicado, el gobierno municipal no informa ningún número para comunicarse o pedir atención ante malestares.

Ajuste sobre el eslabón más débil

La pandemia y la cuarentena han puesto de relieve la situación extrema que viven las familias y la enorme necesidad de la comunidad por recibir ayuda alimenticia. Pero los productos de los bolsones siguen siendo no solo limitados sino de muy poco valor nutricional, basados en hidratos de carbono.

Composición de los bolsones que se entregan

Los negociados por las licitaciones y el control de la caja llevo hace tres años a que Tres de Febrero, conducido por el Intendente Diego Valenzuela, sea uno de los pocos distritos que gestiona el SAE. En toda la cuarentena no entregaron frutas, ni verduras, ni carne o huevos. Nada fresco. El comunicado municipal, que habla de “”los ejemplares cambios” y “mejoras en hábitos alimenticios controlados por nutricionistas” queda en ridículo.

La realidad es que los productos están al límite de cumplir con la mínima calidad y no alcanzan para el período entre una entrega y la otra. Los paquetes se rompen fácilmente o llegan abiertos. Ni siquiera estos bolsones de mala calidad alcanzan para todas las familias.

El recorte y la reducción de presupuesto para algo tan esencial como la alimentación reflejan los intereses de los gobiernos de distintas fuerzas políticas y sus orientaciones de fondo. Mientras se paga millones de dólares para la deuda o se privilegia a las empresas multinacionales del distrito, les niñes reciben comida de mala calidad y podrida.

La urgencia de revertir el orden de prioridades se refleja en estos hechos indignantes, que expresan la necesidad de organizar a toda la comunidad por los derechos a la alimentación y la salud como algo inalienable.

Asistencia médica inmediata y accesible a quienes la necesiten por ingerir este producto.

Sanción a los responsables. Que se desvincule a esta empresa de la elaboración de comida del SAE.

Que se realicen los controles bromatológicos a todos los productos.

Exigimos la universalización de los cupos de comedor, para que haya uno por alumno, y que los mismos contengan alimentos frescos y nutritivos.