Educación

22/8/2023

Escuelas voucher: Milei plantea eliminar la escuela pública

Para ello se apoya en el vaciamiento educativo de Massa, Cristina y Macri.

Javier Milei.

Las escuelas voucher de Milei son la versión actual de los ferrocarriles de la época de Menem. En la década de los ’90, del siglo pasado, la privatización menemista de las empresas estatales de servicios se instalaron en la opinión pública como necesarias gracias al vaciamiento y deterioro sistemático al que fueron sometidas, y al pésimo servicio que ofrecían como consecuencia de ese desfinanciamiento. Un ejemplo emblemático de ello fue el desmantelamiento del ferrocarril y de la red ferroviaria. Ese derrumbe estuvo al servicio de los estrictos reclamos del mercado, y de las necesidades de negocios del gran capital, y fueron también posibles por la completa colaboración de toda la burocracia sindical peronista.

Las privatizaciones menemistas -sostenidas hasta el día de hoy por todos los gobiernos de peronistas, radicales, macristas, y particularmente el kirchnerismo-, en el caso del ferrocarril, terminaron en los trenes de la masacre de Once; y en la energía, en los cortes de luz sistemáticos y agobiantes que sufre la mayoría de la población. También, como consecuencia del desastre generado por esta política de todos los que gobernaron, hoy Massa pasa el costo al pueblo trabajador con tarifazos constantes de luz, gas, transporte, nafta, etc.

Después de 40 años de gobiernos peronistas, macristas y radicales, vaciadores de la educación, la escuela pública ha sido llevada a situaciones de colapso todavía peores, causa de las reformas antieducativas que devaluaron los aprendizajes, el hundimiento del salario docente, el desfinanciamiento de la educación y la pauperización absoluta de la comunidad educativa, en la cual 6 de cada 10 chicos/as es pobre y/o indigente.

Milei propone la eliminación de la educación universal

La campaña de Milei de privatizar la educación se apoya en la destrucción educativa generada por todos los gobiernos desde hace 40 años, empezando por el de Carlos Menem, al que caracterizó como el mejor presidente de todos los tiempos.

El sistema de las escuelas voucher no es un invento de Milei, viene de larga data y es la receta del capital para degradar los presupuestos educativos y trasvasarlos a la empresa privada, para adecuar la educación a los requerimientos del mercado y las empresas y al mismo tiempo convertirla en un negocio rentable, y, finalmente, para liberar recursos –particularmente en países endeudados como la Argentina- para solventar el déficit fiscal y el pago de la deuda externa.

El corazón de esta política es financiar la demanda educativa, es decir, sólo a aquellas/os alumnas/os que vayan a la escuela, y eliminar el financiamiento de parte del Estado de una educación para todos y cada una/o de las/os niñas/os y adolescentes que están en edad escolar en la Argentina, distribuyendo el presupuesto en función de todas las escuelas necesarias para ello.

En la propuesta de Milei, para las familias y barrios más humildes, que carecen de recursos y condiciones sociales que hagan viable la escolaridad de sus hijos, no hay escuela voucher que valga. Se trata de una parte muy importante de quienes votaron por Milei en las elecciones del 13 de agosto.

En la Argentina de hoy, con una escuela que brindar educación a todo aquel que integre la población en edad escolar, se estima que más de “653 mil niños de entre 4 y 17 años no van a la escuela, que sólo 1 de cada 2 adolescentes que empieza el secundario logra terminarlo, que más de 70 mil adolescentes dejan de estudiar porque necesitan trabajar para subsistir y que 55 mil adolescentes abandonan la escuela cada año por embarazo o cuidado de otros niños”, y por el cuadro monumental de la pobreza que los afecta, esto señalado en el ultra reaccionario medio MDZ , en febrero de este año.

En la realidad, la situación es marcadamente peor, con más de 8 millones de niñes y adolescentes pobres o indigentes.

Esta política implica, desde el vamos, una reducción en picada de la educación, que directamente expulsa a millones de la escuela, para quienes no habrá ni buena ni mala educación. La deserción, en dichos de Milei, es un derecho libre de ejercer, como vender un riñón.

Para los que sí puedan ir a la escuela, el mecanismo de darle un bono a cada familia por estudiante producirá un desplazamiento hacia la educación privada para quienes puedan sufragar aranceles más altos que el monto percibido por el bono, y una extrema polarización entre escuelas ricas y escuelas pobres.

Con la pérdida de matrícula se producirá un desfinanciamiento mayor todavía de las escuelas públicas, con el agravante de que la educación estatal es la única obligada a recibir a los alumnos que se anotan en ella, mientras la educación privada selecciona sus clientes.

Negocio redondo

Este sistema promueve la aparición de manipulaciones de todo orden de parte de capitalistas que pondrán escuelas privadas como forma de hacerse de un enorme beneficio, a costa de la transferencia de los recursos educativos antes destinados a una educación universal, superando la privatización educativa que significan los subsidios hoy ya existentes para la educación privada.

Habrá así escuelas privadas de élite, como ahora, para una ultraminoría, y escuelas privadas de segundo orden, y un proceso marcado de deterioro de la educación en forma generalizada, incluso en el ámbito privado. Estamos hablando de la rapiña de un presupuesto que, aún insuficiente, alcanza miles de millones de dólares.

Para esto, el liberfacho tiene una justificación política: “Milei dice que los vouchers son para liberar a los alumnos, que son ‘rehenes’ de un “sistema de adoctrinamiento del Estado”. Un ‘adoctrinamiento del marxismo cultural’. El razonamiento es que los padres argentinos van a elegir las escuelas privadas que no adoctrinan, se desfinanciarán las estatales que sí adoctrinan y, así, mejorarán los aprendizajes” (Clarín, 24/4) .

Algo que ni al creador de este engendro de las escuelas voucher, míster Milton Friedman, se le hubiera ocurrido.

Los docentes, sin derechos ni salarios

En las escuelas voucher el régimen laboral barre todos los derechos establecidos en los estatutos docentes, profundizando la flexibilidad y precarización laboral, instaurando las condiciones arbitrarias de empleo de la educación privada. Funciona sobre la base de la completa autonomía de la escuela y de los cuerpos directivos, tanto para seleccionar personal cuanto para definir salarios, que se basan en el mérito, que se define de acuerdo a las calificaciones de la dirección-patronal, igual que la permanencia en el cargo.

Tampoco existe la libertad de cátedra y, como en la fábrica, la única ideología que vale es la del patrón.

Mercantilización y deterioro educativo

La experiencia en todos los países en los que se han habilitado las escuelas promovidas por Milei es que la educación retrocedió y las instituciones se hicieron cada vez más arbitrarias, en el marco de un avance de grandes corporaciones que fueron fagocitándose los recursos públicos y expandiéndose como pulpos educativos, incluso a escala internacional.

En Suecia, cuyo ejemplo utiliza Milei para destacar los logros de este tipo de emprendimiento, anteriormente la educación pública, primaria y secundaria, era impartida exclusivamente por el Estado. A partir de la reforma es impartida tanto por escuelas públicas a cargo de las Comunas (Municipalidades) como por escuelas privadas, con o sin fines de lucro. La municipalización es otra característica de la “voucherización”.

En los primeros años de la reforma las escuelas privadas que se creaban estaban a cargo de instituciones sin fines de lucro. Con el tiempo fueron aumentando el número de escuelas con fines de lucro para finalmente pasar a ser el tipo dominante. En 2016, el 61% de todas las escuelas privadas primarias tenía fines de lucro. Cifra que en el caso de las escuelas secundarias privadas llegaba al 87%. El número de escuelas confesionales también ha crecido en los últimos diez años. La posibilidad de obtener ganancias atrajo a empresas de capital de riesgo (“venture capital firms”) que, en los últimos años, han impulsado una concentración creciente en las escuelas privadas formándose verdaderos cárteles, varios de los cuales ya cotizan en la Bolsa de Estocolmo. La contracara, son escuelas chárter para pobres, que simplemente ofrecen una educación de entrenamiento laboral y una devaluada certificación educativa, destinada mayoritariamente a la población inmigrante.

En Chile, “la implementación del sistema de vouchers ha generado segregación y ha profundizado la desigualdad en el sistema educativo, dado que las escuelas con mejor rendimiento y con mejores instalaciones son aquellas que cobran aranceles altos y seleccionan a sus alumnos, dejando a los estudiantes más pobres y vulnerables en escuelas con peores condiciones y menor calidad educativa” (Javiera Cubillos, académica chilena, en “La educación en Chile: del gremialismo al neoliberalismo”).

Los antecedentes peronistas de escuelas autónomas en San Luis y Chaco

Los hermanos Rodríguez Saá en San Luis, y Jorge Capitanich en Chaco, se le adelantaron a Milei, con escuelas autónomas con financiamiento estatal que, en el caso puntano, reciben recursos en función de la cantidad de alumnos, como las escuelas voucher.

En San Luis, las escuelas voucher intentaron establecerse a partir del año 2000, pero la reacción popular en su contra, especialmente de parte de la docencia, hizo que se retrocediera en ese intento. Fueron reemplazadas por decreto por las denominadas escuelas autogestionadas, y otras llamadas “generativas”, completamente autónomas, con currículas propias y sin respeto a ninguna condición laboral en su interior. De las 684 escuelas que hay en San Luis, 463 son públicas, 60 privadas, 20 autogeneradas y 141 generativas. Las recientes luchas en la provincia tienen como uno de sus ejes eliminar estas escuelas privatistas.

En Chaco, las escuelas se denominan de “gestión social”, y están también en mano de los aliados y amigos del gobernador. Para dar toda una referencia de la condición y calidad de esas escuelas, y de la situación que viven tanto alumnes como docentes, una de las más importantes es la “emerenciana” Escuela Pública de Gestión Social N°2, en el barrio de Emerenciano Sena, en “honor” a uno de los autores del femicidio de Cecilia Strzyzowski.

Estas escuelas simil voucher se reciclaron gracias a lo establecido en la actual Ley Nacional de Educación del kirchnerismo (Ley 26.206), cuyos artículos 13 y 14 las habilitan.

En defensa de la escuela pública, enfrentemos el ataque de Milei y el ajuste de Massa y del FMI

La dirección de Ctera salió a criticar las escuelas voucher de Milei, cuya variante se aplica en la legislación actual, como señalamos antes. Paralelamente, silenció el ajustazo histórico que realizó y realiza el peronismo en el gobierno y llamó a votar al devaluador del FMI Sergio Massa.

La burocracia sindical (en particular la burocracia kirchnerista de Ctera), que dejó pasar todos los ataques a la educación (incluyendo todas las reformas antieducativas desde Menem a la fecha) es corresponsable de esta situación.

Desde Tribuna Docente, con completa independencia del gobierno y de la burocracia sindical, llamamos a la docencia y a la comunidad educativa a enfrentar y derrotar el ataque de Milei, la agenda derechista de privatización y el ajuste antieducativo de Massa y el FMI.

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https://prensaobrera.com/sociedad/las-inundaciones-son-consecuencia-del-desarrollo-urbano-en-terminos-capitalistas