Educación

14/5/2023

Estudiantes del Colegio Parroquial de Mercedes reclaman la separación del sacerdote Juan Carlos Bouzou

Por impartir la misoginia justificando abusos sexuales.

Dijo que la vestimenta de las alumnas incita sexualmente a los varones.

En el Colegio Parroquial de Mercedes, provincia de Buenos Aires los estudiantes protestaron por un hecho repudiable. El 4 de abril, ante los alumnos de sexto años, el sacerdote Juan Carlos Bouzou manifiestó que por su vestimenta las alumnas incitan sexualmente a los varones y casi justificó los casos de violación; también acusó a sus padres de no cuidar a sus hijas. Este hombre es el director espiritual de dos escuelas católicas y de la Iglesia Catedral de Mercedes.

En virtud de lo sucedido, los estudiantes organizaron una sentada en patio de la escuela para reclamar a las autoridades del colegio que separen al cura de todas sus funciones sacerdotales. La Asamblea de Mujeres Mercedinas Diversa y Feminista se sumó presentando una nota de repudio, y a través de la Mesa de Género Mercedes solicitaron a la Comisión de Género del Concejo Deliberante de la ciudad que se expida ante el hecho y apoye el pedido de les estudiantes, cosa que estos ya habían solicitado mediante carta al intendente y al arzobispo de la Arquidiócesis Mercedes – Lujan, Jorge Eduardo Scheining.

El Concejo Deliberante de Mercedes emitió un comunicado en el que no se nombra al cura ni se lo denuncia en forma directa. La concejal Andrea Bossini, del Frente de Todos, defendió ese texto que no dice nada aduciendo que hubo gran resistencia y se conformaba con lo que había salido. Una muestra de la injerencia política del clero.

Este hecho se inscribe en una serie de prácticas de la iglesia y los colegios confesionales que alientan la justificación y el encubrimiento de los violadores. Hace poco tiempo varias mujeres que cursaron en esa institución educativa pudieron denunciar públicamente los abusos realizados por un cura de la misma, luego de casi 30 años.

Cobra una evidente vigencia el reclamo por la implementación de una educación sexual integral laica, científica, con perspectiva de genero y respetuosa de la diversidades; y la derogación del artículo 5 de la Ley 26.150 de ESI. Iglesia y Estado deben ser asuntos separados.

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