Hace unos días me enteré de la desaparición física del compañero Tobías, un luchador que conocí por el rol destacado que jugó en la rebelión estudiantil del 2018 como referente de los estudiantes terciarios del Valle de Uco, de Mendoza. Uno de los activistas más comprometidos por la victoria de ese movimiento de lucha, contra a un gobierno que avanzaba con una política de privatización y recorte de la educación pública -impulsando el decreto 530, que decretaba el cierre de carreras y el fin del cogobierno en los Institutos de Educación Superior (IES) en la provincia.



La agenda de lucha del 2018 se vio sacudida por la realización de una importante movilización estudiantil que llevaron a cabo estudiantes autoconvocados por una coordinadora llamada Ceoes, que nucleaba a cada vez más terciarios en toda la provincia y que canalizó la tendencia a la lucha de los estudiantes de la provincia (que confluía con la que se estaba desatando a nivel nacional, y que sumaría a todo el movimiento estudiantil universitario y en menor medida al secundario). Uno de los que encabezaban esa marcha era el compañero Tobías.



La tendencia a la lucha fue tan general que pasó por encima a la dirección de los centros de estudiantes y a la Federación Universitaria de Cuyo, concentrados en planes de contención del movimiento en un frente común con las autoridades universitarias. Otra vez actuaban en conjunto la burocracia estudiantil y docente del PJ y la UCR en contra de la lucha.



En ese momento yo era representante del centro de estudiante del IES 9-008, y allí entablamos una relación política y personal con el Tobi. Discutíamos cotidianamente todas las posiciones del PO, la situación general de la educación pública en el contexto de la lucha, filosofía e historia de la clase obrera en la argentina. Pero todo era para organizar de la mejor manera una posición de independencia de clase para el movimiento. 



Después de varias acciones durante los meses siguientes, el sector ligado al kirchnerismo y el peronismo entregó la lucha educativa con un acuerdo miserable entre la gremial Conadu y el gobierno de Macri, que se replicó en Mendoza entre todos los agrupamientos y las direcciones de los IES peronistas y con las autoridades de la Uncuyo y el gobierno provincial. Una lucha que se perdió pero que desprendió muchos balances, a los cuales con el Tobi dedicamos muchas horas.

Las situaciones de la vida nos separaron por muchos kilómetros, lo que dificultó nuestro contacto y las discusiones políticas, que sin embargo nunca perdimos y mantuvimos hasta la semana pasada. Saber de tu ausencia sensibilizó a nuestra UJS y nuestros docentes. No es común, valga mencionar, que frente a la muerte de un activista estudiantil una gremial docente como el Sute (Sindicato Único de Trabajadores de la educación de Mendoza) saque una declaración para reivindicar a un luchador.



No solo en mi memoria vivirás, sino en la de todes los que participamos en la lucha estudiantil del 2018 en Mendoza. Hasta la victoria siempre.