Educación

23/11/2020

“La carta” de Acuña ratifica su ataque a la educación

#FueraAcuña el 24/11 a las 16hs, a dos años de la sanción de la Unicaba, vamos todos a la Legislatura.

Secretaria Gremial Ademys

La carta que salió luego del amplio repudio que generaron sus palabras fue dirigida a la comunidad docente. Una maniobra para ocultar lo que dijo la ministra y, lo más importante, tapar la responsabilidad política del gobierno en términos de política educativa.

“Las cifras que incomodan”

Con un discurso que aparenta compresión sobre el esfuerzo que ha realizado la docencia durante la pandemia la ministra cita cifras que, bien miradas, comprometen al gobierno y a todo un régimen social. Que el 50% de estudiantes deban trabajar mientras estudian claramente no es culpa de las y los estudiantes.

Por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires se concentra la mayor oferta académica del país y, sin embargo, los trabajadores y sus hijos tienen que cada vez más dificultades para acceder y permanecer en la educación superior. Por un lado, hay carreras en las que prácticamente es imposible estudiar y trabajar como medicina o ingenierías, según estudios al respecto.

Por otro lado, la característica de los trabajos precarios con horarios flexibles, sin permisos de estudios y con salarios de pobreza, tampoco le permite organizar la vida académica a un joven que tenga interés a determinadas carreras. (1)

Las becas son completamente insuficiente. Son de 6.900 pesos por mes para el año 2020, sin actualización por inflación. Teniendo en cuenta los últimos datos del Indec, publicados el martes 17 de noviembre, se necesitan $50.000 para que una familia no sea pobre, mientras el 60% de los trabajadores en la Argentina cobra en promedio $ 29.000.

Cuando se espera que la Argentina termine el año con un 50% de pobreza, es claro que cada vez más jóvenes se van a quedar afuera de la educación obligatoria y superior.
Los trabajadores que acceden a la educación lo hacen en este cuadro de miseria social, con carencias materiales y simbólicas que también impactan y complejizan la tarea educativa. De más está decir que eso influye en la trayectorias educativas, que no pueden plantearse en términos individuales.

Por si fuera necesario aclararlo, los contenidos educativos, sea diseño curricular o instancia de formación, está a cargo del Estado. Los docentes no tienen injerencia ni en política educativa, ni en el diseño de la enseñanza.

La escuela como institución del Estado reproduce la ideología dominante, aunque refleja las tensiones y conflictos de la sociedad en la que está inserta, generando un terreno para intervenir de parte de la docencia que cuestiona y lucha en el interior de las escuelas contra esa función.

Incluso es habitual que los gobiernos utilicen la educación como plataforma electoral haciendo demagogia al respecto. La imagen de Macri en la jura de la bandera en la ciudad de Rosario, en el 2016, haciendo gritar a los niños “si se puede” como su slogan nacional muestra este aspecto con claridad.

Entonces ¿a qué se refiere la ministra con el adoctrinamiento o la sobre ideologización en las escuelas? En la carta apunta directamente a los gremios o dirigentes sindicales, dirigiendo sus dardos a los que se organizan libremente por derechos laborales, contra las reformas antieducativas como la Unicaba, por el salario, etc.
Por supuesto, este ataque no es privativo del macrismo. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en la inauguración de las sesiones legislativas del año 2012, dijo que la docencia gozaba de derechos que otros trabajadores no tenían y que incluso contaban con 3 meses de vacaciones, para justificar que los reclamos salariales no tenían lugar. (2)

Más allá del contenido bolsonarista de las declaraciones de Acuña, que cuestiona una filiación partidaria diferente a la suya, promueve la persecución ideológica, entre otras consecuencias, detrás del ataque del gobierno hay un propósito muy claro: derrotar a los que se organizan libremente por sus reivindicaciones para imponer su política antieducativa.

La rica historia de la organización gremial en la Argentina es la piedra en el zapato que deben remover a fuerza de regimentación, golpes y cooptación estatal, todos los gobiernos.
Uno de los estudios de la Unesco (IESALC) editado durante la pandemia analiza para el caso universitario el problema de avanzar con una reconversión al teletrabajo, que significa mayor flexibilización laboral, y coloca como principal problema la resistencia del sindicato universitario. (3)

Más allá de los dirigentes integrados a uno u otro gobierno, contra los que el sindicalismo combativo se organiza recuperando sindicatos como herramienta de lucha, todavía existe un poderoso movimiento docente y educativo en todo el país. En dicho movimiento se destaca el avance de los sectores de la izquierda.
Finalmente, en la carta oculta todo lo que dijo en las declaraciones previas y, por lo tanto, debemos concluir que la ministra no solamente dijo lo que piensa, sino que ratifica su ataque a la educación y sus trabajadores.

Es necesario continuar la campaña por el #FueraAcuña el 24/11 a las 16hs a dos años de la sanción de la Unicaba vamos todos a la Legislatura.

 

(1) Algunas investigaciones refieren a cómo la falta de becas generan que las y los estudiantes no puedan permanecer en las carreras universitarias. El acceso y la permanencia en la educación superior no se puede sostener sin una política seria de becas atadas al costo de vida, jardines maternales en los lugares de estudio y el trabajo genuino. Por ejemplo: https://www.lanacion.com.ar/cultura/se-puede-estudiar-y-trabajar-al-mismo-tiempo-nid1078072/.

(2) Luego de señalar “la increíble capacidad de poder adquisitivo que habían tenido los salarios de todo el sector público y sobre todo los docentes” durante su gestión, agregó: “No digo que sea la panacea, no digo que estén perfectos, pero para trabajadores que gozan de estabilidad frente al resto de los trabajadores por ejemplo, que cuando no anda la fábrica se le cierran la persiana y los echan; por el tiempo que también tienen, cuatro horas frente a la jornada laboral obligatoria de ocho horas para cualquier trabajador, frente a la suerte también -porque siempre fue así y está bien que sea así- de tres meses de vacaciones frente a trabajadores que tienen vacacione smucho más reducidas”
(3) http://www.iesalc.unesco.org/wp-content/uploads/2020/05/COVID-19-ES-130520.pdf. Pueden leerse también las declaraciones de la AGD –UBA (gremio de la UBA) en su página web, sobre las consecuencias de la virtualización forzosa, los reclamos y luchas emprendidas por esta dirección combativa.