Educación
16/12/2024
La elección del vocal por la comunidad en el Consejo de Educación de Neuquén
Una disputa con profundas implicancias políticas.
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Asamblea en Zapala.
El Consejo Provincial de Educación de Neuquén (CPE) consta de un cuerpo colegiado, integrado por una presidencia y dos vocalías designados por el Poder Ejecutivo, dos vocalías electas por los docentes y una vocalía por la comunidad que es la que estuvo en disputa el pasado sábado 14/12 en la asamblea de la localidad de Zapala.
Dicha asamblea consta de 84 asambleístas (a razón de seis por cada uno de los catorce distritos escolares en que se divide la provincia). De estos seis por distrito tres fueron electos entre los partidos en las elecciones generales provinciales de abril del 2023 (hace casi un año y medio) y tres fueron electos entre la docencia el pasado 13 de noviembre.
Entre los partidos resultaron electos 21 consejeras/os del MPN, 20 de la alianza del gobernador actual y 1 por el riosequismo (único aliado de la conducción TEP-Celeste de ATEN).
Entre la docencia el TEP-Celeste obtuvo 27 consejeras/os y la lista del Frente Multicolor-Bermellón e Independientes obtuvo 15.
El FMBeI ganó en distritos que representan las mitad más uno de las y los trabajadores de la educación, y además agrupa a más de la mitad de las y los afiliados a Aten (Capital, que tiene los distritos I y VIII; el Distrito X que abarca Plottier, Senillosa y El Chocón; el Distrito III de Zapala y zona aledaña y el Distrito IV de Junín de los Andes y aledaños).
De modo que una alianza (como ocurrió entre el MPN y la coalición del gobernador) tenía número para superar ampliamente a las/os consejeros obtenidos por el TEP-Celeste. La burocracia sindical llegó a esta asamblea de elección del vocal por la comunidad, golpeada por su actuación durante las dos grandes huelgas de este año y su final impuesto con métodos antidemocráticos, así como las deserciones sufridas de dirigentes que se pasaron a las filas de funcionarios del gobierno.
Dependía absolutamente que las/os consejeros obtenidos por el FMBeI votaran junto a los obtenidos por el TEP-Celeste. Se habría la posibilidad de una reunión de los 42 consejeras/os docentes para consensuar una estrategia ante la asamblea en Zapala.
El TEP-Celeste prefirió incluir una votación cuando se trató la asamblea de Memoria y Balance donde proclamó (solo ellos) a un candidato de sus filas, Emiliano Garay. Y de esa manera primerear y dar por cerrado el punto candidatura. El FMBeI exigió que se concretara dicha reunión, la que fue otorgada el día anterior de la asamblea en Zapala a horas de la misma.
Aunque el TEP-Celeste estuvo dispuesto de palabra a realizar concesiones, a minutos de iniciarse la asamblea recibió un auxilio inestimable de la agrupación Negra (PTS) que anunció públicamente mediante un comunicado que sus consejeros en el FMBeI no votarían al “candidato impuesto por el TEP”, a sabiendas que eso implicaba la victoria del candidato de la patronal.
La victoria con lo justo del candidato de la burocracia
El TEP-Celeste arrancó la asamblea en la seguridad que perdía su candidato, ya que con la posición de las/os consejeros abstencionistas, no le daban los números. Había una certera convicción previa que el MPN y el gobierno habían pactado unirse en una candidatura común (cuestión que ocurrió), ya que llegaron a la asamblea todos juntos, anticipando que eran un solo bloque.
La burocracia, dándose por perdidosa, decidió no hacer ninguna concesión de las reclamadas por el FMBeI, ya que sin chances de ganar no tenía razón alguna de hacer concesión alguna.
En estas condiciones se inició la asamblea. Tras ganar la votación para presidir la misma, una integrante del TEP-Celeste la dirigió. En esa votación no hubo abstenciones en el FMBeI.
Cuando se contaron los votos emitidos en urna (es decir, sin identificar votantes) la elección estuvo empatada hasta último momento, ya que allí aparecieron cinco votos en blanco (la Negra más un independiente). Recién se definió cuando se abrieron los últimos seis sobres, y ganó el candidato del TEP-Celeste por 40 a 38 del candidato del gobierno.
La victoria del candidato de la burocracia sindical ganó porque dos consejeras/os del gobierno lo votaron, inclinando la balanza.
El gobierno sufrió una dura derrota. Se jugó a fondo por ganar la votación de la vocalía por la comunidad. La asistencia de las/os consejeros por los partidos políticos fue un récord histórico, lo cual demuestra el interés puesto por la patronal para quedarse con la cuarta banca en el cuerpo colegiado en el CPE y tener mayoría sin riesgos para lo que viene.
En este punto hay que analizar lo ocurrido con criterios objetivos, no conspirativos. Cada posición política debe ser rigurosamente caracterizada. Incluso las diferencias en lo actuado al interior del FMBeI, ya que no se debe ocultar las diferencias ante las bases. Todos conocen de sobra nuestra diferencia, ocultarlas solo lleva a quitarnos una autoridad política ganada en la lucha.
¿Cuánto peor, mejor?
El razonamiento para el abstencionismo en la elección del vocal estuvo fundamentado en que si la burocracia perdía y el vocal lo ganaba el gobierno (la patronal) esto obligaría a la burocracia a pasar a la oposición, abandonar las prácticas antidemocráticas y cosas por el estilo.
La alocada idea ahora remozada de que “cuanto peor, mejor” guió el abstencionismo de la agrupación Negra (PTS).
Como toda cuestión, hay que analizarla en el contexto que se produce y en concreto. Con ese criterio que criticamos el abstencionismo en esta ocasión. El interés general de las y los trabajadores iba contra la victoria de la patronal en la elección de la vocalía por la comunidad.
Partimos de la premisa que no se puede combatir a la burocracia sindical fortaleciendo el poder político de la patronal y su Estado, porque consideramos que el principal sostén de una burocracia sindical -en este caso del TEP-Celeste- es la propia patronal, por lo que una derrota de éstos debilita también a la burocracia sindical.
En este contexto el abstencionismo tenía un resultado concreto: favorecer el fortalecimiento de la patronal y su Estado. Por lo que la única opción para el FMBeI (teniendo la minoría de las consejeras/os respecto a la burocracia dentro de la asamblea, debía votar por el candidato de esta). Esto sin pasar por alto el método con que la burocracia lo designó y como actuó hasta el momento mismo de la votación.
No es cierto, como se planteó en los debates, que el TEP-Celeste era partidario de perder la vocalía a manos del candidato patronal. Es una burocracia sindical, una quinta columna dentro del movimiento obrero, pero no se autoliquida. Superarla y recuperar el sindicato es una tarea de la oposición y de las bases, no un producto de autoliquidación.
Por lo que repetir hasta el cansancio que la burocracia sindical es responsable de tal entrega o la aplicación de métodos antidemocráticos, persecuciones, etc., no es más que definir las acciones de una burocracia sindical, pero de allí a decir que “son la patronal misma”, es una gran confusión.
La patronal y su Estado no son objeto de recuperación para el clasismo ni para un partido revolucionario, ya que son herramientas incorregibles para una política obrera. En cambio el sindicato, una organización obrera y por la cual la clase trabajadora vive en su mayor parte la experiencia concreta de enfrentamiento con la patronal y su Estado, obliga al clasismo a no considerar aún que hayan perdido razón de ser.
Ser abstencionista en este cuadro histórico entre la burocracia sindical y la patronal es ultraizquierdismo pequeñoburgués, que coloca como prioritario respecto a la tarea consciente para que la base supere política y organizativamente a la misma por las ofensas recibidas por esa burocracia sindical.
Y para la asamblea en Zapala respecto a las y los 84 consejeros electos, la patronal y su Estado estaban a solo un voto de asegurarse la victoria, abstenerse era un acto de ultraizquierdismo político y de ira pequeñoburguesa, que resultan un taparrabos con el seguidismo político-sindical cotidiano a esas burocracias sindicales. Sobre todo aquellas políticamente ligadas al kirchnerismo.
Tribuna Docente impulsó en los debates internos previos a la asamblea votar por el candidato de la burocracia sindical bajo ciertas premisas y condicionamientos, que el TEP-Celeste terminó desestimando cuando minutos antes que se inicie conoció el comunicado abstencionista de la Negra (PTS) y consideró que ese abstencionismo hacía innecesaria cualquier concesión.
Reivindicamos el debate interno, la libertad de tendencia en la acción, y no ocultamos ningún debate a las bases porque asó se abre un proceso de politización y delimitación de quién es quién.
Tribuna Docente se prepara e intenta preparar a las y los trabajadores de la educación ante una política abierta y desenfrenada de quita de derechos salariales, licencias, suplencias, regímenes de trabajo dentro de las escuelas, de conquistas previsionales, que la patronal y su Estado están impulsando en este momento. También para impedir las medidas persecutorias y antidemocráticas del TEP-Celeste, y de su nuevo vocal por la comunidad en el CPE. Seguimos afirmando en ese sentido que las internas generales de Aten del año entrante, por ahora, están lejos.
