Promovido por los legisladores del PRO, las comisiones de Educación, Ciencia y Tecnología, Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria de la legislatura porteña votaron el recorte de becas económicas para estudiantes de formación superior. El monto se define por un porcentaje de salarios administrativos municipales completamente devaluados.

Larreta busca restringir el otorgamiento de las becas solamente a los estudiantes que cursen carreras “estratégicas” definidas por el propio gobierno. El acceso ya era expulsivo para lxs estudiantes, totalmente ajenos a su realidad, reclamando “haber egresado de los estudios de nivel medio el año inmediatamente anterior de la asignación de la beca, acreditar un promedio similar o superior a 7 (siete) puntos en el nivel medio, demostrar una dedicación exclusiva a los estudios, no pudiendo ejercer trabajos rentados mientras sea beneficiario/a’’. Lo propio sucede con las becas nacionales. También se dejará de cobrar esta beca durante los 12 meses del año, para pasar a cobrar de marzo a diciembre.

Este nuevo ataque a la formación docente está a tono con la votación del presupuesto 2023, que demuestra una vez más que para este gobierno la educación se ha caracterizado por la permanente subejecución presupuestaria.  Graficando lo relativo a este año, lo destinado a Infraestructura Escolar está por debajo de las partidas de publicidad. A su vez, se mantiene la cantidad de becas alimentarias que en el 2022, siendo este un ítem que ha cosechado un fuerte repudio por lo escaso y de mala cantidad que ofrecen las empresas privadas concesionarias de los comedores escolares. En el presente presupuesto se blanquean las carreras abiertas en la UniCABA y en su orientación subyace el destaque que el gobierno de la Ciudad hace de la misma en detrimento de los institutos de formación docente (Prensa Obrera, 9/11).

La propia posibilidad de estudiar está cuestionada por los altos índices de pobreza dentro de la juventud. La deserción en los profesorados es muy notable: faltan becas de alimentos, computadoras y wifi, boleto educativo, comedores estudiantiles, salas materno-parentales. Ese resultado es responsabilidad de décadas de gobiernos que aplicaron políticas que excluyen y dejan al margen a la juventud de manera sistemática.

Debemos repudiar y rechazar el presupuesto de Larreta, que promete mayores penurias para la educación, la salud, la vivienda. Con el camino de la movilización junto a docentes y secundarios, pongamos en pie el acceso irrestricto y aumento en la beca Ciudad.

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