Esta semana comenzaron las denominadas “prácticas profesionales” establecidas por el gobierno porteño, que fijan la obligatoriedad para lxs estudiantxs de 5° año de cumplir con 120 horas cátedra fuera del aula en trabajos gratuitos en oficinas de organizaciones, fundaciones y empresas multinacionales que cuenten con áreas vinculadas a algunas de las trece orientaciones académicas que poseen las 116 escuelas de gestión estatal y las 326 de educación privada.

Mediando la semana, se viralizó en Twitter una grave denuncia realizada por la mamá de un estudiante de escuela pública, dando a conocer que el Ministerio de Educación de CABA recortó días de clases para cumplimentar con la medida en espacios laborales tales como fábricas de sándwiches.

La selección de los espacios donde se desarrollan dichas prácticas es absolutamente discrecional y sin criterio pedagógico alguno. Ninguna institución educativa, ni organización estudiantil, ni docente, tuvo siquiera la oportunidad de plantear su punto de vista al respecto. Pero el gobierno de la Ciudad no responde a necesidades educativas sino que favorece a los negociados con nuestrxs pibis. Nada tiene que ver con el desarrollo pleno de las juventudes y adolescencias de las escuelas medias.

Esta profundización de las reformas (anti)educativas es la orientación de un gobierno dispuesto a sustituir días de clase en nombre de las habilidades blandas y la versatilidad que requiere el mercado laboral precarizado.  En definitiva a ello responde esta orientación: precarizar y devaluar las áreas del conocimiento preparando a las juventudes para un mundo laboral mega precario que nada tiene para ofrecer más que superexplotación y cercenamiento de la autonomía de las personas. Esto para que después Larreta salga a pedir que le quiten los ingresos a las madres que asisten con sus hijxs a las multitudinarias movilizaciones piqueteras.

Desde el Partido Obrero, Tribuna Docente y la Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS) exigimos se elimine el trabajo gratuito disfrazado bajo la nominación de “prácticas profesionales” y se dé respuesta a los reclamos de estudiantxs y docentes al respecto de obras de infraestructura escolar, becas, conectividad y dispositivos electrónicos, vacantes para todxs y el fin de la precarización laboral de las juventudes.