Educación

15/4/2021

clases presenciales

Los anuncios de Larreta frente a la subida de casos en CABA se redujeron a cero

Ninguna medida efectiva para frenar, prevenir y parar el descontrol de casos que promedian los 3.500 diarios en el distrito.

La conferencia de prensa de este mediodía se limitó a responderle a los anuncios de Alberto, con el fin de diferenciarse, pero con la misma orientación. Seguir todo como está, porque en materia de salud, transporte, trabajo y educación no innovó respecto a las medidas anunciadas ayer a nivel nacional para el ámbito del AMBA.

Su eje en materia educativa fue repetir que en las escuelas no se contagia nadie. Y plantear un paso judicial, un amparo y un pedido de reunión con el ministro Nicolás Trotta, completamente desautorizado por defender hasta el último minuto de los anuncios de Fernández, las actividades escolares presenciales masivas con los datos de 6.000 escuelas del país, donde el cuadro epidemiológico es diverso y sin datos objetivos que guíen las reaperturas, como el limitado semáforo epidemiológico que derogó el Consejo Federal de Educación, con el fin de manipular los datos.

Respecto al amparo, es difuso el alcance de la misma. Es el mismo camino que tomaron respecto a la disputa por los puntos de la coparticipación que hoy esta judicializado. Aunque habrá que seguir con atención estas acciones, que tienen el fin, además, de disciplinar a la docencia, metiendo la esencialidad de la actividad educativa para coartar el derecho a huelga y para precarizar la tarea del docente.

¿Está chequeado, Larreta?

Lo que el jefe de gobierno repitió fueron los datos que ya se habían publicado en dos oportunidades sobre los casos de contagios al interior de las escuelas.

En las primeras semanas, según datos oficiales, se dieron 1.215 casos, afectando entre un 60% a docentes y auxiliares y un 40% a estudiantes. A razón de 300 casos semanales aproximadamente, es indudable que colaboró a la subida de casos general.

La siguiente publicación, entre el 17 de marzo y el 12 de abril se dieron 5.006 casos. En estos 26 días el aumento fue de 412% frente a los anteriores 1.215, en sintonía con la subida general.

El gobierno los presenta de forma interesada, en relación a la matricula total de 700.000, para dar una idea de porcentajes “bajos”. Pero sabemos que toda esa matricula no está insertada en la escuela, dado que hay una presencialidad muy parcial, con casos de dispensados por ser de riesgo, ausentismo y “burbujas” que se alternan semanalmente.

Otros estudios demuestran que el crecimiento en menores de 18 años. Basta mirar la curva tomando los datos del propio Ministerio de Salud de CABA. Como si fuera poco, fallecieron dos trabajadores y un estudiante.

Tampoco se refiere al transporte que son focos de contagio. Miles viajamos todos los días en trenes y colectivos. Algo que se venía reclamando, con el pedido de una red de transporte escolar gratuita exclusiva para evitar aglomeraciones. Pero no hicieron nada de eso.

Los protocolos son limitados, sin recursos y con presiones cotidianas para que no se apliquen correctamente en casos de aislamiento preventivo de covid.

Fue claro que no es de su interés cuando hace tan solo 15 días anunciaron que iban por la flexibilización del protocolo escolar para no usar barbijo, no escalonar ingresos y egresos, habilitar comedores y reducir la distancia social. Bien al estilo Bolsonaristas.

El paro docente y la lucha en defensa de la educación

Ante la pregunta de periodistas respecto al contundente paro que se realizó ayer en CABA, impulsado por Ademys y seccionales de Sutebas multicolores, el jefe de gobierno no respondió.

Pero podemos inferir que su omisión y la mudez de la ministra de educación Acuña dan cuenta que registraron el golpe. Y no puede ser para menos. Si ellos se guían por los “datos” como tanto les gusta decir, la adhesión de hasta el 90% en algunos distritos escolares indica que se está gestando una resistencia. Que, incluso habiendo recorrido una experiencia, con expectativa de que los iban a vacunar -solo 16.000 fueron vacunados con una dosis de 111.000 docentes-, hoy escuchan con atención los reclamos que venían haciendo los sindicatos combativos ante la parálisis completa de Ctera.

A esta altura del partido, el falso debate sobre la presencialidad está gastado. Los gobiernos usaron ese recurso para justificar una política aperturista, no porque les interese la educación.

En el marco de la excepcionalidad deberían haber aumentado los presupuestos educativos. Y Larreta viene de ajustar en un 70% el rubro de infraestructura escolar, recortar 371.000 millones del plan Sarmiento de tecnología educativa, para darle más subsidios a la educación privada. Ni hablar de los más de 16.000 niñxs sin vacantes en el sistema público, que año tras año se quedan afuera de la escuela.

No hay que confundir la real preocupación de las familias y docentes por rescatar la centralidad de la escuela como constructora de conocimiento, que no se remplaza con una limitada virtualidad, con el interés de los gobiernos y las empresas privadas de educación por mantener el lucro capitalista, las ganancias, por sobre el acceso a la educación y la salud de la población.

Cuando la docencia y la juventud lucha por defender la educación pública con medidas de fuerza, lo que pone de relieve es que no están dispuestos a retroceder más, en este caso, para resguardar la salud, luchar por la vacunación para todxs, por la distribución de computadoras y conectividad para miles de estudiantes que no lo tienen y que han quedado realmente afuera de la escuela por responsabilidad de los gobiernos.

Con un nivel de pobreza que asciende en la niñez a un 60% y sin necesidades básicas satisfechas, la falta de anuncios de Fernández y de Larreta sobre cómo garantizar la conectividad y el acompañamiento pedagógico es una gran muestra de su falta de prioridad. Ni un peso para educación, mientras acuerdan orientar todos los recursos al pago y re pago de la deuda externa y el acuerdo del FMI.

La falta de condiciones epidemiológicas, sanitarias y educativas las deben garantizar el Estado.