Educación

27/2/2021

Mendoza: los trabajadores de la educación paran 48 horas

Por una lucha unificada de ocupados y desocupados

Las asambleas y plenarios de los trabajadores de la educación de la provincia de Mendoza ratificaron el no inicio de clases con un paro de 48 horas, que se llevará adelante el lunes 1 y martes 2 de marzo. Es claro que no existen condiciones salariales, ni edilicias, ni de ningún tipo para comenzar las clases.

Para el lunes está previsto el comienzo de la huelga, y un caravanazo con concentración en las puertas de la Casa de Gobierno. El martes se realizarán concentraciones en las plazas departamentales. A estas medidas las asambleas escolares y de sectores han sumado un sinnúmero de reclamos particulares, que van desde el rechazo al cierre de cursos y modalidades para adultos hasta la refacción de escuelas y el reclamo por más personal.

Es de vital importancia rodear de solidaridad a los trabajadores de la educación en su lucha por el salario, porque es la punta del iceberg de la defensa de la educación pública, estatal y gratuita. De esta forma lo entienden las organizaciones como el Polo Obrero, que movilizará a Casa de Gobierno junto a ellos, reclamando que el Estado garantice guardapolvos, zapatillas, útiles escolares, conectividad y alimentos, entre otros puntos esenciales.

Mucho más que la educación

La lucha de los trabajadores de la educación es clave, porque rompe con la tregua que la burocracia sindical le ha concedido al antipopular gobierno de Rodolfo Suárez.

La paz social que acordaron el gobierno, las patronales y la burocracia pretende que los trabajadores sigan pagando la crisis. Mediante acuerdos salariales por debajo de la inflación pasada, presente y futura. Mediante la precarización laboral, que tiene su máxima expresión en los miles de heroicos compañeros de salud de la primera línea contra la pandemia, quienes cobran salarios de miseria y revisten como prestadores de servicios mediante la figura del monotributo.

La pelea docente es una punta de lanza de los sectores que resisten el ajuste y no se resignan. Por estos motivos el conjunto de las organizaciones sindicales, sociales y de izquierda tenemos que poner todo para que los trabajadores de la educación triunfen.

Unidad de los que luchan

Al mismo tiempo que trabajadores de salud y la docencia pelean por sus salarios, condiciones de trabajo y la defensa de salud y educación pública, desde los barrios crece con fuerza el reclamo de trabajo genuino, alimentos y vivienda. El Polo Obrero está llevando adelante la pelea porque el gobierno nacional garantice los alimentos para que miles de familias puedan asegurarse al menos una comida al día.

Se mantiene firme la lucha de los compañeros de la fábrica La Terre, gestionada por una cooperativa de trabajadores de la ex Matas que enfrenta la ofensiva de la justicia y las patronales alimenticias sobre la planta. También están en lucha las asambleas del agua y organizaciones ambientales contra la insistencia de las cámaras patronales y el gobierno por habilitar la megaminería en la provincia.

La situación no da para más y se impone una lucha unificada de trabajadores ocupados y desocupados, detrás de un pliego de reclamos único encabezado por el salario igual a la canasta familiar y trabajo genuino o subsidios al desocupado.

El planteo de un plenario de delegados de base de trabajadores ocupados y desocupados apunta a desarrollar una herramienta para unificar por la base las acciones de lucha. Es contrapuesto al método de camarillas y ambigüedades de las organizaciones que pretenden llevar adelante la lucha en alianza con la burocracia sindical, como lo fue la experiencia del Frente de Unidad Estatal cuya política advertimos.

La senadora kirchnerista Sagasti y el gobernador Suárez se pelean para la tribuna, pero comparten la orientación central de pagarle a los bonistas, el FMI y el Club de París a costa de los trabajadores, y no difieren en la utilización del Estado para acomodar las licitaciones a los capitalistas amigos. Son los responsables de la catástrofe social, la pobreza, la desocupación en masa y la quiebra de los pequeños comercios ya que han gobernado alternadamente las últimas décadas

Es el momento de poner en pie una alternativa de los trabajadores.