El jueves 12 las y los docentes de la ciudad protagonizamos un paro masivo y una enorme movilización a la Legislatura.

El motivo más inmediato para esta acción era que allí se estaba votando una reforma regresiva del estatuto docente y una titularización ultra-limitada que dejó a miles de docentes en la precariedad laboral. Pero la masividad de la medida no se entiende si no tomamos en cuenta un cuadro más general de malestar que atraviesa al gremio docente. Un gremio con salarios que están un 35% por debajo de la línea de pobreza, con limitaciones para el acceso a las licencias y a la atención médica, con irregularidades en los actos públicos y con un bastardeo permanente de parte de las autoridades gubernamentales.

¿Cómo se gestó el paro del 12?

El paro, que fue resuelto por la asamblea de Ademys del 23 de abril y al cual la UTE se sumó dos días antes cuando ya se veía una importante adhesión, sirvió como un canal para expresar este agobio general de la docencia porteña. En este sentido, el principal balance que tenemos que sacar de la jornada es sobre la vitalidad y la reserva de lucha que aún tiene el gremio docente. El hecho de que la reforma del estatuto se haya probado (cosa que no estaba en cuestión) no puede empañar este primer balance.

Vale decir que si la orientación de la dirección Celeste de UTE hubiera sido desde un primer momento organizar a la docencia contra esta reforma, en lugar de negociar su participación, podríamos haber llegado al jueves 12 en condiciones muy distintas. Lo cierto es que sólo las agrupaciones combativas que conformamos la conducción de Ademys y la oposición Multicolor en UTE, advertimos desde el día uno contra el contenido de esta ley e impulsamos charlas y reuniones por escuela para preparar una respuesta. El otro empuje de la movilización vino de parte de los profesorados, incluyendo a sus autoridades, que vieron que detrás de la reforma el gobierno vuelve a la carga con la UniCABA y con el cierre de los institutos de formación docente. Por eso no hay titularización para el nivel superior.

¿Y ahora?

La pelea contra la reforma no ha concluido: aún queda discutir la reglamentación y su implementación efectiva. Que se haya aprobado en un marco de movilización docente condiciona al gobierno para su aplicación. Ni que hablar de la titularización, donde la lucha por incorporar a las y los docentes que el gobierno excluyó arbitrariamente puede cobrar un nuevo impulso. Como aporte, la bancada del Frente de Izquierda volvió a presentar proyectos de titularización masiva en todas las áreas vulneradas.

Más en general, el parazo del jueves puede ser el puntapié inicial de una recomposición del gremio y de un plan de lucha por el salario y por todas nuestras reivindicaciones. La cuestión salarial vuelve a ser un tema de primer orden si vemos que, con el anuncio de la inflación de abril, ya estamos 7 puntos abajo respecto al sueldo de diciembre y que el cargo testigo está $30.000 debajo de la línea de pobreza.

La intervención de Ademys en el acto común frente a la Legislatura tuvo la importancia de plantear la necesidad de darle continuidad al plan de lucha y de que todos los que nos movilizamos el jueves podamos discutir de manera unitaria en una asamblea de toda la docencia de la ciudad. Es el planteo que desde Tribuna Docente llevamos al plenario de UTE y a todas las escuelas y que después de este jueves tiene una vigencia total.

¡A seguirla! Impulsemos durante la próxima semana clases públicas en los terciarios, semaforazos y asambleas por escuela.

Llamamos a la UTE, al CESGE [Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal], a los centros de estudiantes terciarios y a todas las agrupaciones docentes a convocar una asamblea unitaria de toda la docencia para discutir un plan de lucha por todas nuestras reivindicaciones.

Ningún docente sin trabajo. Titularización masiva, fotográfica y con efecto cascada para todxs lxs docentes interinxs y suplentes que vienen teniendo sus derechos vulnerados.

Reapertura de la mesa salarial. Bono de emergencia, adelantamiento de la cuota de julio e indexación automática por inflación. Por un salario igual a la canasta familiar por un cargo.

En defensa de la salud docente. Contra las arbitrariedades de la aplicación MIA y el vaciamiento de la ObSBA (obra social)

Basta de reformas precarizadoras y anti educativas. Defendamos nuestros profesorados. No a la UniCABA.