Educación

9/2/2023

Polémica sobre la repitencia en el secundario en la provincia de Buenos Aires

El FdT y JxC ocultan sus responsabilidades en la destrucción de la escuela.

Modificarían la evaluación en la educación media.

El anuncio de parte de Alberto Sileoni, ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, acerca de que modificarían la evaluación en la educación media y que “eliminarían casi por completo el sistema de repitencia de grado”, según interpreta Ámbito Financiero y una buena parte de los medios de prensa, desató una falsa polémica entre peronistas y macristas, que se tiran la pelota de la desintegración educativa de la Argentina cuando ambos son enteramente responsables.

Desde el punto de vista político, los bandos están hasta ahora representados por Sileoni y por el diputado nacional del PRO por la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo. El primero, el ministro de Educación con más años de ejercicio de las últimas décadas en la Nación y ahora a cargo de la cartera bonaerense. El segundo, uno de los principales jerarcas del gobierno de CABA durante años, vanguardia de la destrucción educativa, que acaba de demostrar su apego a la educación y los buenos modales haciendo gestos obscenos a diputadas oficialistas en la Cámara de Diputados.

Las acusaciones se potencian por otra información que ha trascendido también en estos días, según la cual solo 16 sobre 100 alumnas y alumnos que ingresan a primer año de la secundaria a nivel nacional terminan en tiempo y forma, en años de cursada y contenidos básicos adquiridos. Dentro de ese ránking, en Buenos Aires solo el 16% lo logran y en CABA solo el 33%, un derrumbe espantoso en las principales jurisdicciones del país.

Dos caras de devaluación educativa: repitencia y abandono escolar

Los registros de la evaluación están inevitablemente atados a los contenidos asimilados, que a su vez son resultados de las condiciones generales en las que se desenvuelve el proceso de enseñanza-aprendizaje: los presupuestos educativos, las condiciones edilicias, los salarios docentes, las condiciones materiales de las familias, la orientación de los contenidos.

En 15 años se acumuló una deuda de $ 3,4 billones con la educación -que equivale a un 5% del PBI de 2020, es decir aproximadamente la inversión educativa en un año-, informa Argentinos por la Educación, una ONG que tiene como estrella principal al exministro macrista de educación Mariano Narodowski. Esta guadaña general tiene en las provincias su correlato propio: las escuelas se caen a pedazos, los docentes cobran sueldos por debajo de la pobreza de una punta a la otra de la escala salarial. Según el Indec el 40% de la población es pobre y el 10% indigente, pero entre los niños y jóvenes esos valores trepan al 54% y 17% respectivamente. Por último, todos los contenidos y en todos los niveles –incluyendo la enseñanza superior- se han achicado y devaluado, adaptando la escuela a la necesidad de formar mano de obra barata y sumisa. En CABA, el quinto año se convirtió en una gran pasantía, no solo en empresas sino hasta en la Policía de la Ciudad.

La reforma de la secundaria en Buenos Aires, en primer lugar, tiene por objeto no la evaluación sino, como dice Sileoni, ir “a un secundario atractivo para los sectores de muchachos y muchachas que no pueden hacer frente a un secundario extenso, por diferentes razones. La escuela secundaria necesita un cambio más profundo. Aspiramos a que ese cambio vaya para el lado de una escuela con conocimientos básicos y, junto con esto, una fuerte carga de formación profesional, y en ese aspecto está la discusión de cuánto se pueden ‘adelgazar’ algunos conocimientos generales para que se incluyan conocimientos sin degradar la educación secundaria” (A24, 6/2).

En este contexto, sumado a la pandemia, la acción del conjunto del régimen político capitalista derrumbó por completo la escuela media, y potenció el abandono y la repitencia.

“El pico de la matrícula –señala Clarín– se alcanza entre el primer y segundo año de la secundaria. A partir de ese momento se produce un ‘desgranamiento’: la matrícula decrece cada año, mientras que aumentan las tasas de abandono y de sobreedad (la cantidad de estudiantes cuya edad supera la edad teórica esperada para el año que están cursando). Los altos niveles de sobreedad en los primeros años de secundaria sugieren que muchos estudiantes terminan abandonando después de haber repetido al menos una vez. El 25% de los estudiantes del último año de secundaria tienen sobreedad” ( 9/2).

El director de Educación Secundaria de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Galli, dice que 140 mil chicos repiten cada año, pero no cuenta los cientos de miles que han abandonado la escuela. Para encubrir este problema y tratar de “retener” y achicar la repitencia y el abandono, la reforma de la provincia de Buenos Aires adaptó los objetivos a alcanzar a las dificultades que presentan las y los estudiantes, no para resolverlas. Los dividió en tres: Trayectoria Educativa Avanzada (TEA), para los estudiantes que alcanzaron los aprendizajes correspondientes en una materia; Trayectoria Educativa en Proceso (TEP), para los estudiantes que no alcanzaron los aprendizajes correspondientes, pero que mantienen una buena vinculación pedagógica; y Trayectoria Educativa Discontinua (TED), los estudiantes que no alcanzaron los aprendizajes ni estuvieron vinculados a la escuela. Pretenden una educación por “trayectoria”, que mantenga y profundice el nivel educativo de acuerdo al sector socio-económico de cada familia. Los nac y pop de Buenos Aires están por detrás del exministro macrista Narodowski, que en un estudio de su autoría señala que de los 16 de cada 100 que se reciben en el secundario en tiempo y condiciones, 8 pertenecen al tercil más rico de la sociedad.

No es “un cambio profundo en el modo en que los estudiantes pasan de año, incluso adeudando más de tres materias, que ahora son denominadas ‘agrupamientos’”, como dice Ámbito Financiero, sino un profundo cambio en lo que no se quiere que aprendan los alumnos.

En CABA el macrismo que Ritondo representa de la manera más brutal no solo devaluó la secundaria con la llamada “Escuela del Futuro” de Macri y de Soledad Acuña, sino que institucionalizó el abandono sin maquillaje. Según datos oficiales, entre el 2007 y el 2020 en CABA la matrícula secundaria pública decreció un 1,1 %. La otra provincia que en vez de incrementar también bajó la matrícula secundaria fue Catamarca (Centro de Estudios de la Educación Argentina, Universidad de Belgrano, informe junio 2022). Aún así, según datos del propio gobierno de la Ciudad, en 2019, en los tres primeros años del secundario, hay una repitencia del 19% de los varones y del 14% de las mujeres.

Esta realidad, como se describió, este colapso es patrimonio del gobierno nacional y de todos los gobernadores.

Pongamos la educación en manos de los trabajadores

El derrumbe educativo tiene su cerebro de elaboración y ejecución en el Consejo Federal de Educación, integrado por todos los ministros de Educación de todas las provincias y de la Nación, y por la burocracia sindical de Ctera, hoy la más entusiasta impulsora de la reforma educativa en la provincia de Buenos Aires.

Está planteada como necesidad imperiosa poner en pie un masivo movimiento pedagógico en defensa de la educación pública, que enfrente a los políticos capitalistas y sus gobiernos, responsables de la aniquilación de la escuela pública en Argentina. Es una tarea pendiente de los sectores combativos de la docencia, del movimiento estudiantil y de la comunidad educativa.

A 50 años de la fundación de Ctera, el XV Congreso de Tribuna Docente abordará esta necesidad como cuestión prioritaria.

https://prensaobrera.com/sindicales/25-y-26-de-febrero-xvi-congreso-nacional-de-tribuna-docente/

https://prensaobrera.com/sindicales/paritaria-nacional-docente-ctera-se-adapta-al-techo-salarial-de-massa/