La Universidad Provincial de Córdoba (UPC) fue creada en 2007 por ley de la Legislatura de Córdoba. A 13 años de su creación, aún no ha terminado el proceso de normalización, y este año se resolvió prorrogar por dos años con opción a dos más, el plazo para lograr conformar todos los claustros que participen de la elección, de manera democrática, de las autoridades de la UPC.  Con esta urgencia, entre el Rectorado y representantes gremiales de UEPC (sindicato docente) en la Comisión Paritaria Permanente, se ha firmado el día 9 de octubre último un Acta Acuerdo (AA) que establece los mecanismos para conformar el claustro docente. Recordemos que la Ley de Educación Superior establece que para que un docente esté frente a una cátedra universitaria, debe rendir concurso público abierto.

La mayoría de les docentes de la UPC son transferidos del Nivel Superior a las carreras universitarias en que se han transformado los viejos planes de estudios y a las nuevas licenciaturas que se están creando. La oferta educativa de las ocho instituciones fundantes es muy diversa, sobre todo en la Facultad de Arte y Diseño (FAD), que agrupa cinco escuelas históricas de la ciudad de Córdoba.

Un Acta Acuerdo que desconoce derechos

El AA se refiere a los Concursos Públicos y Abiertos de Títulos, Antecedentes y Oposición y a los Concursos de Regularización para el Ingreso a la Carrera Docente con Evaluación de Desempeño, que serán los mecanismos para que les docentes puedan obtener solo los derechos políticos. De carrera docente universitaria, de dedicaciones, de tareas de investigación y de extensión, de equipos de cátedras y todas las dimensiones propias de las universidades, no habla. No habrá cambios en la situación contractual del docente ni la reconversión del contrato laboral y la categorización docente propia del escalafón universitario, porque tal organización aún no existe.

Solo pueden concursar aquelles con título habilitante de grado, cuando la mayoría son docentes con formación que históricamente han brindado las Instituciones fundantes que hoy componen la universidad, mayormente títulos de nivel superior (tecnicaturas y profesorados). El AA establece una fecha tope (31/07/21) para presentar titulaciones, fecha que no fue flexibilizada por la situación de pandemia

Solo podrán concursar docentes que ocupan cátedras universitarias. En las ofertas educativas no universitarias, que pertenecen a otros niveles que conviven en la UPC, sus docentes concursarán por voluntad de la Rectora Normalizadora, según atribución que le otorga el art. 133 del Estatuto Universitario (Punto VII del AA).

En cuanto a la situación de revista actual de les docentes, que deberán expresar su intención de participar de uno u otro concurso, el acuerdo describe una serie de detalles muy específicos. Los suplentes, por definición gremial, son los “parias” del sistema: no podrán concursar salvo una excepción que alude a la antigüedad en su espacio curricular. También menciona  detalles para aplicar a los interinatos. Los titulares no están obligados a concursar, pero su espacio sí se dispone a concurso público, y entonces, al docente titular,  se le asignarán tareas diversas, según las necesidades de la Facultad y no  necesariamente educativas. Se trata de compañeres que están a pocos años de jubilarse, ya que las titularizaciones en el Nivel Superior cesaron en estos últimos años. Pero no gozarán del derecho al sufragio cuando este se implemente.

El Acta Acuerdo prevé una Comisión Arbitral que sólo se menciona y no especifica quiénes la conforman, para que en su seno se discutan las situaciones que generan alguna controversia o no se ajustan a ninguno de los puntos de su  articulado.

La organización de la docencia

Después de la firma del AA, les docentes tuvieron acceso al cuerpo completo del mismo (79 páginas con anexos y modelos de planillas). Su análisis  despertó la indignación y el rechazo por no haberse discutido con les afectados, les docentes, los “mal representados  por el sindicato”.  Los puntos que se cuestionan se pueden conocer en detalle en un documento elaborado por el Consejo Asesor de la Facultad de Arte y Diseño (FAD), que está firmado por más de 700 personas de todos los “futuros claustros” (docentes, co-docentes, estudiantes y egresades) y que aquí se adjunta.

 

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfXPUicP9m2tAx72o5sdLs7UgRIZV118-MGDfXZmQXNPPXxQA/viewform

 

 

Es importante mencionar que al momento de redactar ese documento y en plena sesión virtual, la Comisión Asesora fue testigo de un llamado telefónico de “apriete” por  parte de las autoridades del Rectorado.  También hay mails a directivos de las escuelas que expresan “decepción por adscripción a tal documento”.

Una vez firmado el AA, la Comisión Paritaria Permanente integrada por UEPC dispuso una serie de “reuniones de trabajo” para aclarar puntos del acta. ¿No resulta extraño que  un documento firmado requiera reuniones para aclarar su contenido? Dada la gran cantidad de docentes involucrados, se decidió que tales reuniones se hicieran por Escuela fundante.

En las reuniones de la Facultad de Arte y Diseño (FAD) estalló la bronca: cada docente que tomó la palabra, expuso puntos del acuerdo que atentan contra su situación laboral o que la ponen en peligro; artículos  que están redactados de manera tal que contradicen derechos adquiridos; se demandó a Oscar Ruibal (secretario de coordinación de UEPC) el pronunciamiento contra la agresión y apriete contra la autoridad del Decanato y  la posibilidad de revisión del AA y por lo tanto dejar en suspenso su implementación. Lamentablemente, la intransigencia y el abandono repentino de la reunión, fue su  respuesta. Tenemos informe de que en la siguiente reunión virtual, llevada a cabo con docentes de otra de las instituciones de la FAD, donde se hicieron planteamientos semejantes, la respuesta de Ruibal fue: “Déjense de hinchar las pelotas” (sic).

La docencia de la FAD, en algunas de sus escuelas fundantes, está en deliberación activa, reclamando la revisión del Acta y exigiendo participación en la discusión sobre los mecanismos dispuestos. Es necesario difundir el reclamo para que se haga común en el resto de facultades.

Ante la negativa del gremio a considerar los puntos grises del acuerdo, afiliades y no afiliades manifiestan el repudio a la negociación llevada a cabo.

Se han efectuado sesiones autoconvocadas  y organizado comisiones de trabajo para difundir este atropello legalizado por la firma de los representantes del gobierno: el Rectorado y el gremio que ha elegido actuar como la secretaría normalizadora de la UPC.

Las reuniones virtuales convocan al conjunto de personalidades de la cultura de Córdoba más valioso que una universidad puede albergar: artistas visuales, bailarinas, actrices y actores, músicos y cantantes, todos con una trayectoria intachable en la producción de actividades artísticas y excelentes y probados docentes, que han atravesado evaluaciones muy exigentes  a la hora de cubrir sus cargos. De esa madera está construida la UPC, con el trabajo intelectual en comisiones ad hoc para transformar planes de estudio, para reubicar a les docentes transferidos, para crear las carreras universitarias. Nuestros docentes han asumido las tareas responsablemente y se han cargado en sus espaldas la construcción de la UPC, además de dar clases, dirigir tesis, coordinar carreras, etc. Todas tareas extras al dictado de contenidos curriculares.  Y para esto no hay reconocimiento por parte de las autoridades rectorales.

– “Basta de noria”, dice un personaje de Roberto Arlt en una de sus obras llamada La isla desierta. ¿Cuál es el propósito verdadero de los firmantes del AA? Convertir la UPC en una triste oficina de rutina, ahogo y mediocridad como la que nos describe el autor teatral con cuyo nombre se distingue a la  escuela de Teatro y Danza; o que la casa de altos estudios provincial sea el centro de producción cultural que sirva de nutriente a las próximas generaciones. Con la firma de este AA, la segunda opción como respuesta a la pregunta planteada no será posible.

El ajuste presupuestario que se manifiesta año tras año en la educación superior y universitaria, unida a actos que impiden la participación democrática, son el peor combo para el camino hacia la consolidación de la vida plena de la Universidad Provincial. La lucha recién está tomando forma. Llamamos al conjunto de docentes de la UPC a sumarse para poner freno a todos los acuerdos no acordados democráticamente.

 

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