Los docentes que asistieron rechazaron el contenido del denominado “documento base” enviado por el gobierno. Además concluyeron que el debate es una parodia, que incluye varios puntos: el primero es que en una jornada escolar obligaran a los docentes a “opinar” sobre aspectos del proyecto, creando la ficción de que los docentes “han participado”.

 

El segundo aspecto es que esta “nueva ley” vendría a superar las nefastas consecuencias de la reforma educativa menemista de los ‘90, cuando, en realidad, es la continuidad y reafirmación del viejo proyecto de destrucción de la educación pública.

 

Otro punto en las conclusiones es que se prepara un nuevo ataque a las condiciones laborales de los docentes, porque plantea el acceso al salario y al cargo “por mérito”, eliminando el principio de a igual trabajo igual salario, introduciendo criterios de productividad y eficiencia del trabajo, creando las condiciones para destruir la estabilidad laboral docente.

 

Los docentes consideraron que la “calidad educativa” requiere en forma indispensable de la triplicación del presupuesto educativo; exigieron la renacionalización de todo el sistema educativo en contra de la provincializacion y municipalización. Rechazaron de plano la autogestión educativa, y los convenios escuela-empresa.

 

Denunciaron que no se puede transformar la escuela en proveedora de mano de obra barata y gratuita, con una formación adaptada a la medida, a las necesidades y dictados de una empresa. Realidad plasmada en la Ley de Escuelas Técnicas y Formación Profesional.

 

En contraposición al planteo del gobierno, realizarán una campaña de difusión, pronunciamientos y movilización en las escuelas, para desenmascarar y develar los objetivos del gobierno de Kirchner y Romero, levantando las consignas de la lucha por 1.000 pesos de salario básico, defensa de la escuela pública y mayor presupuesto para educación.