Educación

9/12/2021

Recambio

Sileoni por Vila, una rotación de fracasados en Educación bonaerense

El exministro de la degradación del trabajo docente y la vinculación de las escuelas con empresas.

El rotundo derrumbe de la educación bonaerense se cobró la cabeza de la ministra de Educación de Axel Kicillof, Agustina Vila. Ya se descuenta por asumido al exministro de Educación de la Nación durante la presidencia de CFK, Alberto Sileoni (2009-2015), quien tendría por función “recuperar” a los miles de miles de alumnos que se desvincularon de la escuela en los últimos dos años. El mismo fracaso llevó meses atrás al reemplazo de Nicolás Trotta por el actual ministro nacional de Educación Jaime Perczyk.

Con seis años, Alberto Sileoni fue el ministro con más años de gestión de todos los gobiernos de las casi últimas cuatro décadas. Antes fue vice de los exministros Daniel Filmus y Juan Carlos Tedesco. Jaime Perczyk fue su secretario de Educación. O sea, si algo no les faltó a este dúo “para ir a buscar a los chicos que faltan en la escuela” fue tiempo.

En 2009, Sileoni declaró que su objetivo no era solo recuperar “a los 400 mil adolescentes que hoy no están en las escuelas, sino también impedir que se nos vayan muchos de los 2,7 millones de chicos que cursan en la enseñanza media” (La Nación, 25/7/09). Para cumplirlo, avanzó contra la escuela secundaria y contra los docentes.

Lejos de mejorar las condiciones económico-sociales de las familias y ampliar los recursos de las escuelas, alumnos y docentes, Sileoni promovió la devaluación de la educación secundaria y su vinculación directa con el mundo de las empresas. Para ello se dispuso a “crear un sistema escolar más flexible, que le permita a los alumnos avanzar por materias y no por ciclos anuales (las denominadas trayectorias reales), dado que muchos chicos, especialmente de las poblaciones más desfavorecidas, no se pueden adaptar al modelo tradicional” (ídem). La educación de calidad que prometió no fue otra cosa que una secundaria de segunda línea para la clase obrera; al punto que cuando el diario le preguntó si esta iniciativa “no resigna calidad educativa” respondió que “simplemente se ayuda a que la persona pueda. Sería una indignidad del Estado regalarle el título. Pero el Estado …está obligado a abrir puertas y dar posibilidades”.

Enemigo de los docentes, amigo de la burocracia de Ctera-Suteba

Esta degradación de la educación pública fue de la mano de la consecuente degradación de las condiciones laborales docentes. Promovió “la contratación de docentes, ofrecer distintas orientaciones”, trabajo precario y a término fuera del estatuto del docente (reforma laboral). Lo justificó colocando a los docentes en el banquillo de los acusados: “Hay escuelas en las que los docentes no conocen ni los nombres de los chicos” (ídem). Así implementó el plan Fines, para garantizar la “terminalidad”, por medio de tutores y aprobando “a través de diferentes estrategias, tales como: monografías, trabajos prácticos parciales y finales, investigaciones aplicadas al sector de la producción donde se estén desempeñando laboralmente, etc”. Nada que Agustina Vila no haya aplicado durante sus dos años en la Dirección de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.

El resultado fue el que correspondía a esta política privatista de la educación. Al terminar la gestión ministerial de Sileoni, más de un millón de jóvenes ni estudiaban ni conseguían trabajo (como reportaban La Nación, Infobae y Clarín en octubre de 2016) y 638 mil niñas y niños de entre 3 y 5 años no estaban escolarizados (chequeado.com).

Sileoni, que comenzó su carrera en los años ’70 en la Dinea (Dirección Nacional de la Educación para Adultos) junto a Filmus, es un histórico personero al servicio de los planes del gran capital en educación. Y como señaló Ámbito Financiero cuando asumió como ministro nacional, un amigo de la Iglesia y de la burocracia sindical, cuyo nombramiento “no tiene que ver con la enseñanza, sino en que el gobierno confía en su capacidad para dominar los revoltosos gremios docentes” (Ámbito Financiero, 26/7), léase: los sindicatos y seccionales conducidos por la Multicolor.

Como en el pasado, su política viene a reforzar la destrucción educativa. Y como entonces, docentes, padres y estudiantes, sindicatos combativos de la educación nos pondremos de pie para derrotar su política de ajuste, al servicio del déficit fiscal y las reformas estructurales que reclama el FMI, ante el cual los gobiernos de Alberto y Cristina, igual que Axel Kicillof, están completamente arrodillados.