Educación

27/4/2023

Sileoni y Milei: ¿quién corre a quién?

Escuelas vouchers, un festival de bonos para los privatizadores.

Alberto Sileoni.

Mientras Javier Milei agita las escuelas vouchers, Alberto Sileoni, responsable de la cartera educativa de la provincia de Buenos Aires, propuso “correrlo a Milei” con la Constitución de 1853 y la Ley Nacional de Educación. Mal que quiera disimularlo, las leyes educativas kirchneristas en Nación y la provincia de Buenos Aires son un reciclaje de la Ley Federal del menemismo, y funcionales a la educación privada. Por eso mismo, trascendieron a todos los gobiernos capitalistas, incluidos el de Macri y de “tierra arrasada” de María Eugenia Vidal.

Las leyes y reformas privatistas

La Ley Nacional de Educación no para ni a Milei ni a la derecha. Mantiene, como en tiempos de Menem y Cavallo, la fragmentación educativa -transferencia de escuelas a las provincias- y el reconocimiento de las escuelas privadas y confesionales como “escuelas públicas de gestión privada”. Con el verso de la “escuela pública de gestión privada” el Estado le reconoce a los capitalistas y a las iglesias reaccionarias, que adoctrinan contra los derechos de las mujeres y diversidades, una función y compromiso social. De esto se agarra el liberfacho para camuflar su avanzada con los vouchers como el derecho de las familias a elegir “subsidiando la demanda”.

Agreguemos que el corazón de la Ley Nacional de Educación, como antes de la Ley Federal de Menem,, es la vinculación de las escuelas con el “mundo del trabajo”. Por eso la “educación para el trabajo” se discute en los grandes foros capitalistas y anualmente en el Coloquio de Idea. Pero este vínculo no es libre sino que está sometido a la apropiación privada de los medios de producción y a la explotación asalariada que es la fuente de ganancia de los capitalistas (plusvalía). A los capitalistas les interesa dominar la educación como negocio privado pero también controlar todo el proceso educativo para sustituir un aprendizaje formativo e integral por un entrenamiento laboral a cargo del Estado.

En esta línea entra el “adelgazamiento de contenidos” en la escuela secundaria que postula Sileoni. Lejos de combatir la deserción y la baja retención de la matrícula escolar, esta contrarreforma degrada aún más a la educación pública aumentando las desigualdades ya existentes entre escuelas con altos recursos y una mayoría de escuelas pobres. Bien lo sabe el liberfacho que acompaña su campaña por las escuelas vouchers con la “libertad de currícula” para que cada directivo decida sobre los contenidos y tenga poder de contratación directa de los docentes pasando por encima del Estatuto del Docente.

¿Adónde van los “vouchers”?

Milei vomitó que deberán quebrar las escuelas que no puedan competir y que las instituciones educativas deben funcionar como el mercado (“que quiebren las escuelas que tengan que quebrar”). No dice, claro está, que las “escuelas vouchers son un remedo fracasado de experiencias anteriores que fracasaron con Menem, Cavallo y el gobierno de La Alianza. Yendo al grano, el “subsidio a la demanda” es un subsidio a los capitalistas que lucran con la educación. Estos bonos deberían variar su monto y destinatarios según el “rendimiento” que fija el mercado a través de un ranking de competitividad entre escuelas.

El propósito de Javier Milei es liquidar el presupuesto estatal como parte del ajuste fondomonetarista. La “libertad de elección” que brindarían los vouchers es puro cuento, se desfinancia la escuela pública y descalifica a los docentes para allanarle el camino a los privatizadores. El candidato de La Libertad Avanza ataca la gratuidad y la obligatoriedad de la escuela y grita “qué estudie el que quiera” para eliminar la competencia estatal. El liberalismo de Javier Milei privatiza la educación y estatiza -vía los vouchers o bonos educativos a cargo del Estado – el financiamiento directo de los empresarios de la educación.

Agenda derechista

Javier Milei le marca el tono a la agenda derechista de todos los candidatos burgueses, a ambos lados de la grieta. En el “mientras tanto”, los “libertarios” exigen que se prohíban las huelgas de la docencia y el accionar de los sindicatos. Tampoco en este plano Milei es original. Juntos por el Cambio tiene un proyecto legislativo para declarar a la educación como un “servicio esencial”. Sin embargo, el paso más audaz en este sentido lo dio en su momento el cristinista Gabriel Mariotto -entonces vice del gobernador Daniel Scioli-  cuando quiso imponer la “esencialidad” en la provincia de Buenos Aires para derrotar una gran huelga docente. Fue por lana y terminó esquilado, la lucha docente sepultó la intentona antisindical y al propio Mariotto

El “anarcocapitalista” de Milei invoca el modelo sueco de educación donde se aplica el sistema de bonos educativos desde la década del 90. ¿Pero qué pasa realmente en Suecia? Según estudios publicados, la utilización de estos vouchers no mejoró la calidad de la enseñanza sino que la hizo retroceder, segmentando el sistema educativo en guetos conformados por escuelas de mayor poder adquisitivo ubicadas en barrios más ricos y otras con más necesidades y carencia, localizadas en barrios de trabajadores y migrantes. Llovieron denuncias sobre datos adulterados de las pruebas Pisa para no perder subsidios ni quedar afuera del reparto de los vouchers. El otro modelo es el chileno donde una decena de empresarios de la educación privada reciben el grueso de los vouchers.

No hay tal competencia sino una monopolización del mercado educativo. El “control de calidad” está en manos de organizaciones del capital y del imperialismo y las pruebas estandarizadas Pisa siguen los criterios de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde), que fija las pautas del rendimiento y con éstas de calificación de las escuelas. Sileoni y Perzcyk, al igual que todo el Consejo Federal de Educación, reafirmaron la continuidad de las Pruebas Pisa que son el patrón de calidad de los Milei, Espert, el macrismo en todas las formas y también del Frente de Todos.

Prima el negocio de los privados y el disciplinamiento ideológico. La “currícula libre” es un llamado a derogar la Educación Sexual Integral y un acto de censura contra todo cuestionamiento social y pensamiento crítico reñido con las instituciones capitalistas -en Suecia por caso algunas de estas escuelas vouchers cotizan en la Bolsa de Valores y están sujetas a las exigencias de los accionistas. En buena parte, esto ya viene sucediendo con el padrinazgo y “financiamiento” privado a algunas escuelas.

Derrotar a los ajustadores y privatizadores

La crisis educativa es un tema de debate nacional y lo será a lo largo de toda la campaña electoral. No se trata de “correrlo” a Milei con el “Estado de derecho” sino de quebrar con la lucha esta ofensiva contra la educación estatal, laica y gratuita. Por cierto, al Director de Escuelas bonaerenses le preocupan más los docentes movilizados que las amenazas privatistas de Milei. Sileoni apretó a la docencia que paró masivamente el 25 y 26 de abril (aplicación de falta injustificada) y el resultado fue un parazo provincial que dejó en offside al gobierno de Kicillof y a la burocracia de Roberto Baradel.

El Partido Obrero y Tribuna Docente se movilizan en defensa de la escuela pública, por el aumento inmediato del presupuesto educativo y contra el festival de bonos y subsidios a los capitalistas. Para derrotar a Milei y a todos los privatizadores hay que plantarse y luchar contra el ajuste de los “nacionales y populares”. Basta de salarios de pobreza y de precarización educativa. Nacionalización de todo el sistema educativo y reorganización de la educación bajo control de los trabajadores. No pago de la deuda externa.

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