El lunes 1 de noviembre fueron hospitalizados tres estudiantes por inhalación de gases tóxicos en la Escuela Primaria 36 “José Hernández” de Tigre. La intoxicación se debió a una fuga de gas de red, debido a la falta de mantenimiento de la instalación en la institución, que hacía meses se encontraba reclamando por problemas de infraestructura.

Esta fuga de gases y la posterior internación de estudiantes es responsabilidad del gobierno provincial de Axel Kicillof, que aprovechó la pandemia para escatimar gastos en el manteamiento de las escuelas, que ya llevan años en estado deplorable. Recordemos que también por una fuga de gas hace poco más de tres años la comunidad educativa sufrió la muerte de Sandra y Rubén en la Escuela 49 de Moreno, debido por falta de mantenimiento.

Esto demuestra una política de vaciamiento presupuestario de largo aliento, que atenta no solo contra la calidad educativa sino contra la salud y la vida de estudiantes y trabajadores de la educación.

Mientras los tres estudiantes eran hospitalizados, Kicillof se encontraba recorriendo escuelas en el distrito como parte de la campaña electoral. Pero este hecho demuestra que las obras prioritarias de las escuelas siguen sin aparecer, como viene denunciando Suteba Tigre. Esto luego del hostigamiento de autoridades de la de DGCyE de Tigre al personal docente para que retorne a una presencialidad sin condiciones que pone en riesgo a las familias y a los docentes.

El martes 2 de noviembre se realizó una movilización al Consejo Escolar de Tigre de los familiares y docentes de la escuela, acompañados por el cuerpo de delegadxs del Suteba Tigre -que estaba reunido en ese momento y votó acudir. Fue la respuesta ante la falta de presencia de las autoridades en las escuelas.

Aunque los consejeros escolares, tanto del Frente Todos como de Juntos por el Cambio, buscaron escaparse de su responsabilidad -luego de un escrache en otra escuela mientras la recorrían- tuvieron que reunirse con las familias y docentes que de allí resultó la reunión en la escuela al día siguiente.

Luego de que la comunidad educativa realizara un abrazo y concentración el miércoles 3 en la escuela, las autoridades municipales y provinciales se comprometieron a realizar una inspección general sobre las condiciones edilicias del establecimiento, y que se suspenden las clases hasta que se arregle la fuga de gas. Este compromiso es el producto de la movilización de las familias, la docencia y auxiliares con el acompañamiento de Suteba Tigre.

El causante de esta angustiosa situación es el ajuste que ejecuta el gobierno, a pedido del FMI, reduciendo el presupuesto educativo para cumplir con el pago de la deuda externa.

Los 12 puntos de habitabilidad no se negocian. Exigimos la suspensión de clases presenciales en todas las escuelas donde no estén dadas las condiciones de infraestructura y un urgente plan de obras bajo control de la comunidad educativa. Reclamamos también la apertura de los libros del Consejo Escolar y de la Municipalidad para ver a dónde van el Fondos Educativo y el Fondo Compensador, y el aumento del presupuesto para educación.