Educación

4/3/2021

Trotta permite protocolos por Covid en el colegio de sus hijos, que niega en la escuela pública

El instituto ultracatólico aplicó el protocolo, mientras en las escuelas públicas no aislan a las burbujas con contactos estrechos.

Los casos de Covid-19, a días del regreso a las aulas en forma presencial, también comienzan a aparecer en la provincia de Buenos Aires. Eso fue registrado incluso en el instituto privado, ultraexclusivo y clerical Pedro Poveda, al que asisten los hijos del ministro nacional de Educación, Nicolás Trotta.

La institución, ubicada en Vicente López, es el “Centro Educativo de la Institución Teresiana, miembro de RICE (Red Iberoamericana de Centros Educativos de Convenio con el Ministerio de Educación de España)” y su escudo reza “Dios Señor de las Ciencias”.

La primera “doble vara” es que el instituto Pedro Poveda es la escuela de los hijos del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, quien dice velar fundamentalmente por la educación estatal, pero que, como diría Macri, evitó que su familia “cayera en la educación pública”.

Pero la gran doble vara surge cuando el instituto Pedro Poveda no abrió sus puertas el 1 y 2 de marzo, porque cerró completamente ante un caso de probable Covid de un docente que había estado en una reunión de personal el viernes 26 de febrero con la presencia de todos los directivos del establecimiento, noticia que trascendió bastante a escondidas en el suplemento “Vicente López” de Clarín. Según el medio, el ministro declinó opinar sobre el asunto.

Efectivamente, el establecimiento emitió un comunicado a los padres en el que señala que “para detectar los contactos estrechos, debemos observar sus contactos durante las 48 horas previas. Por sus características, la reunión de directivos del nivel y equipo docente del viernes 26, los convierte en posibles contactos estrechos. Priorizando la prevención y el cuidado de las personas, hemos considerado que la medida más segura para todos es esperar los resultados del hisopado. En caso de ser negativo, retomaremos las actividades con la planificación ya calendarizada”.

Muy diferente, en la Ep68 de Villa Ballester, distrito de San Martín, un docente con Covid que dio clase fue aislado junto a su “burbuja”, pero los demás docentes y alumnes de la escuela siguieron asistiendo a clase, descartando que el docente, en contacto con otros maestros y auxiliares, fuera un contacto estrecho. En otras en las que también aparecieron casos sospechosos de Covid en los docentes, se aisló al grupo pero no a la docente ni a los auxiliares.

La comparación testimonia que Trotta tiene sus protocolos, pero que si al colegio de sus hijos no le gusta, les permite otros.

Pero fundamentalmente, es un rápido testimonio de las consecuencias de la completa improvisación de Trotta y todos los ministros del Consejo Federal de Educación, que además no garantizan las condiciones mínimas y elementales para el regreso presencial.

La situación se agrava porque salvo en CABA, en ninguna jurisdicción del país se realizan testeos.

En la provincia de Buenos Aires, pero vale nacionalmente, que alberga a la tercera parte de todos los alumnos del país y alrededor de 250 mil docentes, esta política tiene ribetes escandalosos contra la salud de la comunidad educativa.

Exigimos respetar criterios epidemiológicos que hagan segura la presencialidad (hasta 20 contagios sobre 100 mil habitantes durante los 14 días previos), condiciones edilicias y de espacios escolares para funcionar bajo la pandemia, duplicación del presupuesto para todos los cargos necesarios de docentes y auxiliares, provisión de todos los insumos para la higiene y la salubridad, testeos masivos.

Aislamiento de los chicos y del docente que integran una burbuja, y en caso de que en un mismo establecimiento aparezcan varios casos de contagio, lo que implica un nivel alto de circulación interna en la escuela, su cierre por una semana, su desinfección, el desarrollo de la educación virtual en ese lapso, y cobertura automática por la ART a todos los docentes y auxiliares.

Impulsamos la conformación de comisiones conjuntas de docentes, padres y alumnos para controlar el cumplimiento de los preceptos básicos de resguardo, los únicos que podrán establecer la vara que defienda la salud del conjunto de la comunidad educativa.