Educación
18/9/2025
Vaciamiento de la educación artística en Córdoba
Un ataque a la docencia y al derecho a imaginar otros mundos posibles.
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Delegado escolar.
Jornada artística.
En Córdoba, una vez más, la educación pública es el blanco de reformas improvisadas, inconsultas y profundamente regresivas. Desde el Ministerio de Educación provincial se están implementando programas (“Transformar Córdoba”) que, bajo el disfraz de la “modernización curricular”, terminan borrando de un plumazo la riqueza de la formación artística, cultural y crítica de nuestras escuelas.
Las especialidades y asignaturas vinculadas a las artes -visuales, musicales, teatrales, danza- están siendo desplazadas por propuestas superficiales de “robótica”, “economías sustentables” y otras modas educativas que llegan sin planificación, sin recursos y sin docentes formados para sostenerlas. No se trata de una apuesta seria por nuevas tecnologías, ni de una ampliación de derechos. Es, claramente, un recorte. Un vaciamiento pedagógico que arranca de raíz la posibilidad de que nuestros estudiantes se formen como personas críticas, creativas y con herramientas para leer el mundo que los rodea.
Este modelo de sujeto dócil y precario no es casual. El reemplazo de la educación artística por contenidos “funcionales al mercado” responde a un proyecto político: fabricar egresados de secundaria con un perfil de trabajadores de baja calificación, obedientes, sin capacidad crítica, desconocedores de sus derechos laborales y, por lo tanto, fácilmente convertidos en mano de obra barata.
La escuela pública, que históricamente fue el espacio de democratización del conocimiento y de apertura hacia otras formas de ver y transformar la realidad, se está convirtiendo en una fábrica de precarización. En vez de formar ciudadanos plenos, con sensibilidad social y cultural, se impulsa la producción en serie de futuros asalariados descartables.
El silencio hace daño
Los docentes de arte en escuelas públicas vemos a diario cómo los estudiantes encuentran en la creación artística un refugio, un espacio de expresión y de dignidad frente a la desigualdad y la violencia estructural que padecen en sus barrios. Quitarles esa posibilidad es condenarlos al silencio.
Mientras, desde los ministerios -tanto provincial como nacional- hablan de “educación del futuro”; lo que fomentan es un futuro sin educación. Un futuro donde el arte, la cultura y el pensamiento libre se vuelven un lujo reservado para la élite que puede pagar una academia privada. Y la conducción celeste de Uepc, a través de la Junta Ejecutiva Central y con innumerables maniobras, garantiza este atropello, utilizando como herramienta de sometimiento un estatuto (escrito por ellos) que no representa lo que la docencia decide en asambleas. Quieren que nuestros colegas naturalicen este desmantelamiento.
Sin embargo, los docentes seguimos organizándonos para defender nuestros puestos de trabajo y el derecho de nuestros estudiantes a una educación artística integral.
Imaginar otros mundos posibles
La educación artística no es un adorno decorativo ni un lujo, es un derecho. Y defenderla es defender la apropiación de nuestros estudiantes de un lenguaje desde y hacia los sentidos. Es el acto de crear símbolos comunicativos a partir de una actitud estética de placer para decir lo que uno piensa. Es partir de abstracciones para llegar a concreciones.
La defensa de la educación artística es la defensa de la escuela pública misma y de la posibilidad de imaginar otros mundos posibles. Si dejamos que el vaciamiento avance, estaremos entregando a nuestros estudiantes a un destino de mayor precariedad, sumisión y esclavitud.
Frente a este escenario, las y los docentes de educación artística y escuelas con orientación en artes venimos resistiendo en las aulas y en las calles. Sin recursos, con obstáculos burocráticos y muchas veces enfrentando incluso a directivos que actúan como ejecutores dóciles de las órdenes ministeriales.
El plenario de trabajadores ocupados y desocupados que convocó a marchar el pasado 12 de septiembre por salarios, jubilaciones y trabajo es una herramienta para construir la fuerza que nos permita conquistar los reclamos pendientes.
Llamamos a la comunidad educativa, a madres, padres y estudiantes, para que no se dejen arrebatar lo que les pertenece. Para seguir visibilizando este conflicto con manifestaciones públicas, abrazos solidarios en las instituciones afectadas, clases públicas de concientización, festivales culturales, conferencias de prensa y todo tipo de acciones que nos permitan alzar la voz en defensa de este derecho de los estudiantes y docentes. No aceptemos que el arte sea borrado de las aulas.
