¿Es casual que prohíban el recital de los Redondos? ¿Es casual que Duhalde-De la Rúa liquiden por “decreto” el Día del Estudiante (21 de setiembre) y que nos impongan el toque de queda a las 3 de la mañana?

El intendente de Olavarría, de la UCR, dijo que prohibía el recital “porque es violento”. ¡Caradura!

Lo violento es prohibirnos el recital, quitarnos el derecho a distraernos, a divertirnos por un momento frente a la realidad violenta que ellos nos imponen: un 60% de desocupados (en la juventud) y la ‘reforma educativa’ que destruye la educación estatal, laica y gratuita.

¿Violencia? A Bulacio lo mató la Policía Federal y no la juventud, así como también a María Soledad, a Carrasco, a Bru, a los pibes de Budge, a Cristian Campos, a Teresa Rodríguez…

Nada de esto es casual. Se nos agrede y se nos reprime porque somos nosotros quienes cortamos las rutas junto a los desocupados por trabajo o subsidio de 500 pesos. Somos nosotros los que organizamos Centros de Estudiantes en la lucha por nuestros derechos y reivindicaciones. Somos nosotros los que nos movilizamos contra los crímenes de ‘gatillo fácil’.

El gobierno y también la ‘oposición’ cómplice se espantan ante la idea de vernos unidos, en masa y organizándonos para responder a sus ataques. En Olavarría, los jóvenes gritaban: “Echeverri (intendente de la ‘aliancista’ Ucr) botón, sos amigo de Duhalde, la puta madre que te parió”. La juventud la tiene clara: son enemigos de la juventud, porque todos defienden a este sistema y este régimen político. Porque justifican la represión acusando a la juventud y a los trabajadores que nos movilizamos de ser violentos. Son ellos los violentos, los Menem y Alfonsín, que dejaron en libertad, con las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y el Indulto, a los responsables de la dictadura más sangrienta en la historia del país.

¡¡Decimos Basta!!

La UJS (Unión de Juventudes por el Socialismo) llama a los estudiantes y a toda la juventud a convocar y preparar una gran movilización el próximo 16 de setiembre, al cumplirse 21 años de la Noche de los Lápices. Ahora más que nunca, derogación del Indulto, la Obediencia Debida y el Punto Final, y castigo a los asesinos de ayer y de hoy.