El próximo fin de semana centenares de compañeros del movimiento estudiantil y la juventud trabajadora concretarán el Congreso Nacional de la Unión De Juventudes Por El Socialismo. Será el punto culminante de una gran movilización política que se extendió de un extremo a otro del país. Un proceso de conjunto en que se formaron decenas de comités de base, se realizaron plenaríos regionales, se votaron resoluciones de universitarios, de secundarios, de estudiantes técnicos, de la juventud barrial que lucha contra la desocupación.

El Congreso será el encuentro nacional de los luchadores del movimiento juvenil que estuvieron a la cabeza de las grandes movilizaciones, en las manifestaciones masivas, en las calles y las plazas, construyendo centros de estudiantes en colegios y escuelas, encabezando la formación de cuerpos de delegados en las facultades, organizando las comisiones contra la prepotencia policial, las luchas contra la impunidad y por el castigo a los culpables de los crímenes contra la juventud.

Estarán presentes, desde la más alejada provincia pata­gónica, los delegados de la juventud de Santa Cruz, los compañeros de Neuquén, que acaban de poner en pie la más poderosa Federación Estudiantil Secundaria provincial de todo el país, los mismos que forman parte de la gran lucha de Cutral Co y de todos los trabajadores y desempleados neuquinos, vanguardia del movimiento nacional de los desocupa­dos.

De Córdoba, asistirán quienes protagonizaron el recien­te cordobazo educativo’ que obligó al gobernador a recular en el propósito de cerrar decenas de establecimientos, para aplicar la ley menemista. De Tucumán, participarán los compañeros de la UJS que ostentan el legítimo orgullo de haber sido precursores, a principios de los años 90, de la formación de una gran Federación Estudiantil Secundaria. De Santa Fe, viajarán algunos de los más recientes núcleos de la UJS, que están buscando organizar al movimiento estudiantil en el interior de la provincia. Está comprometida también la presencia de importantes delegaciones del sur de la provincia de Buenos Aires (Mar del Plata y Bahía Blanca)

El Congreso de la UJS deliberará, entonces, como una instancia del movimiento juvenil forjado y seleccionado en la lucha. Por eso, ocuparán su lugar en el Congreso las impor­tantes delegaciones de las universidades de La Plata, de la UBA y de Neuquén, que se encuentran en la primera fila del movimiento nacional que está quebrando la política del Banco Mundial, de la privatización y arancelizarión de los estudios. Y, por supuesto, estarán también, los grandes organizadores de la Coordinadora de Estudiantes Se­cundarios de Capital y Gran Buenos Aires, una conquis­ta que se ha mantenido durante varios años, a la cabeza de los grandes movimientos en defensa de la educación pública, de las movilizaciones históricas en el aniversario de “La Noche de los Lápices”, de la lucha contra el asesinato del soldado Carrasco, de las “archas con los docentes, de la organización masiva de Centros de Estudiantes.

Una Coordinadora que ya tiene el mérito histórico de haber impuesto la unidad del estudiantado porteño con os compañeros del conurbano es decir, del movimiento mas íntimamente vinculado a los trabajadores, al movimiento de los explotados, y unido por mil lazos a la juventud más superexplotada y agobiada por la política de hambre y mise- ría social.

El Congreso de la UJS, en consecuencia, se plantea como nuevo punto de partida la “organización masiva de la juventud”. Porque es una exigencia de la propia ludia, que impone la política capitalista y, en particular, la creciente resistencia popular dispuesta a no tolerar la ruina del traba­jo, de la educación, de la vivienda… de la vida.

Esta es la marca de la época y de la situación de empantanamiento y descrédito del actual régimen político. Es la oportunidad de traducir en reivindicaciones, en lucha y en organización una salida de conjunto para el movimiento de la juventud.

Esta es la esencia y el fundamento del Congreso de la UJS: la salida para la juventud es su organización de masas, para imponer sus reclamos, para actuar como poderoso factor organizado junto a los trabajadores y todo el pueblo explotado, para educar a la nueva generación, mediante la propia lucha, en una concepción socialista, en la abolición de la explotación del hombre por el hombre, en la fraternidad universal de pueblos libres.

La juventud ocupará un lugar clave en las luchas que se avecinan para terminar con Menem e imponer una alterna­tiva de los explotados, por un gran congreso de bases de los trabajadores y la juventud para decidir un plan político y económico que saque a la nación y a su pueblo de la lacra social del desempleo, la opresión y el derrumbe de toda perspectiva de futuro.