A partir de este miércoles 1°, hasta el 31 de mayo, se ha abierto la inscripción al Programa de Conexión a Internet Estudiantil Gratuita para estudiantes secundarios, en la provincia de Córdoba.

Dependiendo la terminación del DNI de cada postulante o padre/madre/tutor responsable habrán otras fechas asignadas durante los lunes de marzo, específicamente los días 6, 13 y 20. Más tarde se incluiría a terciarios y universitarios.

Pese al estridente título de Internet Estudiantil Gratuita, y a la generosa propaganda que hacen los medios tradicionales sobre dicho programa al decir que tendría por fin “garantizar” tal conexión, el gobierno elige un vocabulario más prudente y declara que el objetivo sería solo “facilitarla”.

Es lógico, porque tal programa se acota a que el estudiante de nivel medio disponga de algo así como tres gigas mensuales mediante la carga de $1.000 no acumulativos en una billetera virtual del Banco Provincia.

Por ello, si de verdadero estímulo a la educación se trata, corresponde decir que el programa no traerá efectos serios ni duraderos.

Si estos $1.000 no se ajustan estrictamente a aumentar de la mano del ritmo inflacionario, la inflación descontrolada los licuará rápidamente. A su vez, aún considerando que sólo sea para estudiar, son insuficientes los gigas que permite.

En segundo lugar, el trámite debiera poder hacerse también de manera presencial. Resulta absurdo tener que aclarar que un programa que se supone que atienda la falta de conectividad ¡no puede requerir conectividad para la inscripción!, de otro modo estamos ante una trampa similar a la que montó recientemente el gobierno nacional dando miles de bajas en el Potenciar Trabajo.

Este programa del gobierno de Córdoba atiende limitadamente una demanda del estudiantado, que en los últimos años, especialmente desde la pandemia vio interrumpida su carrera educativa. En el ciclo medio particularmente, el problema de conectividad fue un gran revulsivo.

El anuncio que el gobierno desarrolló con bombos y platillos es una cortina de humo si tenemos en cuenta la enorme crisis que atraviesa la educación como consecuencia de años de ajuste y vaciamiento.

Es que con docentes $40.000 por debajo de la línea de pobreza, flexibilización laboral y recortes en el paicor, falta de becas de estudio, escuelas que se caen a pedazos, y 6 de cada 10 jóvenes bajo la línea de pobreza, lejos de achicarse, la brecha educativa se profundiza.

En este sentido, desde la UJS y la Juventud del Polo Obrero luchamos por el wifi libre y gratuito, por dispositivos de conectividad, útiles y becas para todo el que las necesite, por aumento de presupuesto y mejoras edilicias en las escuelas y salarios dignos y condiciones laborales para docentes y auxiliares.

La defensa de la educación pública vendrá de la mano de un movimiento estudiantil que se plante contra los políticos capitalistas y luche contra el ajuste en educación al servicio del FMI. Esto debe unir a trabajadores y estudiantes en una pelea común.

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