El congreso “trucho" de la FULP

El pasado sábado 17 la FULP reali­zó un congreso extraordinario en base a los congresales “orgánicos” electos en los comicios del año pasado. El bloque convocante —Franja Morada, PTP y Aule (centroizquierda de Humanida­des) — pretendía imponer de este modo su política de desmovilización, que con­siste, en particular, en liquidar las asambleas, que son el terreno del deba­te y la organización de la lucha.


La posición de “ir todos y votar todos”, en oposición al Congreso “or­gánico”, núcleo al activismo, triunfó en una serie de facultades y aunque no ganó en la mayoría, “popularizó” la idea de que era un Congreso trucho y alejó a la masa estudiantil del Congre­so. Esto explica que el 17 sólo participa­ran 250 estudiantes entre congresales (130) y el resto, en contraste con un “activo” que moviliza entre 3.000 y estudiantes.


El primer momento de tensión se vivió con la exigencia de “voz y voto, voz y voto”, coreada por los “inorgá­nicos” y una minoría de congresales, que FM cortó llamando a formar comi­siones y retirándose del recinto.


El gran debate político se produjo, sin embargo, en la sesión final entre los congresales. Cuando el bloque dirigen­te propuso sumarse a la Asamblea Universitaria de Mar del Plata, un blo­que liderado por la representación de Medicina (ECO, una escisión de FM, que en la asamblea de su facultad im­pulsó la posición del “voto a todos”) planteó no ir a la Asamblea (“que el cónclave fuera virtualmente des­conocido”, informa El Día, 19/6) y arrastró a ese planteo a la mayoría de los congresales. Entonces, el bloque convocante se desmoronó: el Ptp, que proponía concurrir para “poner la Asamblea Universitaria al servicio de la unidad de lucha”, pasó a opo­nerse y lo mismo ocurrió con el Aule. Para salvar la ropa, FM promovió la abstención y “finalmente se acordó que la FULP no estará representa­da en la asamblea de Mar del Plata, y que las resoluciones de ese órga­no no serán tenidas en cuenta por los estudiantes de la Universidad local” (El Día, ídem). A esta altura, gran parte de los “no acreditados” se había ido.


Pero la Franja mantuvo el control del Congreso, que terminó aprobando la política de “vía muerta” de la FUA juntar firmas para impulsar una “ini­ciativa popular” contra el actual pro­yecto de ley, (que, Constitución me­diante, deja todo en manos del Parla­mento). Se votó también que se desco­nocerán las resoluciones de asambleas estudiantiles, pues la FULP sólo avala­rá planteos “que no vayan en contra de lo que marcan los estatutos de los centros” (El Día, ídem).


Al Encuentro de Córdoba


En la deliberación que tuvo lugar en Plaza de Mayo, luego de la “marcha nacional”, una gran cantidad de estu­diantes de La Plata votó a favor de la realización de un Encuentro Estudian­til en Córdoba. En los días siguientes, hubo asambleas en Bellas Artes, Hu­manidades y Periodismo, que votaron la concurrencia a ese Encuentro.


Dentro de este marco, es necesario impulsar en La Plata una Asamblea General de estudiantes para votar un plan de lucha por el retiro del proyecto de ley.


La tarea es organizar la marcha a Córdoba, impulsando la Asamblea Ge­neral Estudiantil para discutir y resol­ver un plan de lucha y un camino de organización del movimiento estudian­til, que ha comenzado a romper con su dirección “histórica”.