El Raggio: con lucha y organización

Por sus más de 2.000 alumnos, los cuales provienen del Gran Buenos Aires y de la Capital; por su ubicación en Libertador y Gral Paz; por su nivel educativo, ya que cuenta con 11 especialidades, y por su histó­rica tradición de lucha, el Raggio es una pieza clave en la organización del movimien­to secundario y de los técnicos en particular. En este colegio, en los últimos años, se ha­bían dejado de realizar los tradicionales campamentos y campeonatos de fútbol que reunían socialmente al conjunto del estu­diantado año tras año. Sin lugar a dudas para lograr un estado de dispersión entre los alumnos. A mediados de este año (luego de las vacaciones de invierno), De la Rúa se jugó a reventar los talleres, paso fundamental en la aplicación de la Ley de Educación. Los alumnos de cada división, iban rotando a razón de 10 por taller. Con la nueva modali­dad, se juntaría a toda la división en una misma materia, llamada “Tecnología Aplicada”, en la que los alumnos realizan maquetas.


Las tomas en Capital La reorganización del Centro


Cada paso que el cogobiemo de la Alian­za y del PJ intenta aplicar de la Ley Federal de Educación, genera repudio, organización y lucha. El Raggio no fue la excepción; se juntaron cientos y cientos de firmas en de­fensa del taller y del título técnico y comenzó un intenso proceso de concientización en el activismo y en el conjunto del estudiantado. Se organizaron charlas, asambleas de todo el colegio, sobre las consecuencias de la Ley Federal. Mientras que en toda la Capital se comenzaban a extender como reguero de pólvora las tomas de colegios, los compañeros del Raggio debatían la Ley Federal, reorganizaban el Centro de Estudiantes y se ponía en pie un fuerte cuerpo de delegados. A un mes de la ola de tomas, con una prepa­ración minuciosa a mediados de octubre, los compañeros ocupan el colegio. La medida se vota en una asamblea de todo el tumo tarde y las tres reivindicaciones de la toma son: inmediata reincorporación de los talleres en el Raggio, defensa del título técnico y anula­ción de la Ley Federal. En el colegio duer­men más de 60 estudiantes, la masividad de la toma quiebra las amenazas de sanciones y faltas a los estudiantes, quienes sacan un afiche llamando a los docentes (que veían con simpatía la medida) a sumarse a la lucha. El tumo mañana vota continuar la toma, las reivindicaciones y que se manten­gan las barricadas en las escaleras para que no se tome lista al alumnado. La medida es un gran éxito.


Las elecciones


Para culminar el proceso de organiza­ción se realizan las elecciones del Centro. Por primera vez, ya no votan sólo los delega­dos, sino que es abierta a todos los estudian­tes. Se presenta una sola lista, que cuenta con el apoyo del conjunto del cuerpo de delegados, integrada por independientes y la UJS; “El Estudiantazo, Lista 17” saca más del 85% de los votos y votaron unos 700 estudiantes aproximadamente (10 veces más que en las últimas elecciones). Para el año que viene, está planteado que los prime­ros años tengan los talleres y la eliminación de “Tecnología Aplicada”.


¡Privatizadores, tiemblen, porque los técnicos se han puesto de pie!