Extraordinaria toma del Nacional Buenos Aires

El martes 27 de mayo, alrededor de las 13 horas, una asamblea general de 1.300 estudiantes del Nacional Buenos Aires votó casi por unanimidad tomar el colegio, como parte de la jornada de lucha convocada por la FUA, FUBA y CONADU. La toma se extendió hasta el día siguiente, cuando a las 17 horas más de 500 alumnos marchamos al Congreso y luego a la Plaza de Mayo. La decisión de la toma se adoptó en dos instancias: el cuerpo de delegados y la asamblea general.


Asamblea y toma


La concurrencia a la asamblea es difícil de medir, pero seguramente había más de 1.300 estudiantes, casi la totalidad del colegio estaba presente. Se volcaron las propuestas y, prácticamente por unanimidad, ganó la posición de tomar el colegio hasta el día siguiente. Se votó un programa y el planteo de defensa del sexto año. Después de votar, se largó una recorrida masiva por el colegio para asegurar que nadie entrara a clase.


A los pocos minutos, el rector E. Groissman bajó de su despacho para decir que personalmente apoyaba nuestra lucha y concurriría a la marcha pero… que computaría las faltas. ¡Curiosa forma de apoyar una medida, poniéndole palos en la rueda desde su inicio!


De todas maneras, lo único que se llevó fueron silbidos. El 99% de los estudiantes no asistió a clases a pesar de la faltas.


Actividades


Tras la asamblea se desplegó una intensa actividad. Se empapeló el frente del colegio (“colegio tomado” y todas las consignas). Se difundió un comunicado de prensa. A las 16 horas se realizó una charla con 300 alumnos, donde hablaron el maestro ayunante Cardelli de la CTERA, el profesor del colegio Zambrano y Pablo Rieznik, dirigente del Partido Obrero y docente universitario.


A las 20 horas se realizó otra asamblea con adhesiones de centros de estudiantes (Otto Krause, Moreno, etc.).


La actividad social y cultural también fue muy intensa; durante toda la toma se pasaron películas en el microcine, se hicieron torneos de truco, guitarreadas y se pasaba música. Inclusive, no eran pocos los que durante la noche, o en algún momento, se encerraban en un aula para estudiar ante los cierres de trimestre. Centenares de compañeros se quedaron a dormir en el colegio y se armó a la mañana un desayuno popular.


La columna del Buenos Aires fue muy importante en la marcha del 28. Toda una manifestación práctica de la verdadera autodisciplina. La toma fue toda una escuela de organización de la juventud, por su derecho a formarse y educarse, por la libertad y la defensa de la educación.