Extraordinario campamento de verano de la Unión de Juventudes por el Socialismo

La Unión de Juventudes por el Socialismo acaba de realizar su campamento nacional.  Fue una actividad realmente excepcional, por su carácter masivo —concurrieron alrededor de  200 compañeros—, por su alcance nacional  e internacional —se hicieron presentes compañeros de Brasil y Bolivia—,  por el debate político y la deliberación de decenas de compañeros, por el clima de camaradería, la vida social compartida y hasta la intuición de que nos encontramos en el umbral de una nueva etapa histórica en la construcción de una organización socialista y revolucionaria de la juventud. Fue un triunfo político que ya estaba anticipado en la enorme movilización previa, en el proselitismo y en la recolección de los fondos necesarios para que todos los compañeros pudieran viajar, una actividad que involucró a todas las regionales de la UJS.


El campamento nos marcó a todos por el conjunto de sus características. A lo largo de casi diez días,  divididos en dos grupos de un centenar de compañeros cada uno,  organizamos un curso de charlas, íntegramente consagrado al análisis de la situación política y de las reivindicaciones y tareas que enfrenta la juventud. El curso fue preparado y desarrollado por una decena de compañeros de la UJS y las exposiciones fueron objeto de discusión en las casi 20 comisiones que se formaron,  en las cuales surgieron todo tipo de preguntas, cuestionamientos y aportes. No era menor el entusiasmo por las actividades prácticas, en las cuales participaron todos los compañeros por igual. El  éxito del campamento debe medirse a la escala de una actividad integral.


Un campamento de estas características es ya una prueba de la situación actual de la juventud, de la rebelión que se incuba ante el desarrollo de la catástrofe capitalista que afecta a las masas de nuestro país. Por eso mismo, el contenido político del curso giró enteramente en torno al carácter de la actual movilización juvenil y a las reivindicaciones que permitan extender las luchas en curso y  darles una organización masiva. Por esto estudiamos detenidamente la cuestión de la juventud desde un punto de vista histórico, según cómo se fue planteando en las distintas etapas del capitalismo y del desarrollo de la lucha de clases engendradas por él.


Debatiendo, organizando…


Los secundarios constituyeron la masa fundamental del campamento y el debate de su movimiento ocupó un lugar muy importante. Estaba  presente una gran cantidad de compañeros que ocupan puestos  de dirección en decenas de colegios y que forman parte del núcleo central de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Capital y Gran Buenos Aires. La discusión referida al próximo período, destacó el carácter embrutecedor y oscurantista de la Ley Federal de Educación y los avances del gobierno sobre las escuelas técnicas y artísticas. A la luz de la discusión, se resolvió lanzar campañas contra el cobro de cooperadoras, organizar la inscripción de los estudiantes en las escuelas que no la están realizando y luchar por la defensa de los títulos técnicos y artísticos. Este año será el año de la organización masiva de los secundarios contra la destrucción de la escuela media, por la construcción de Centros y Cuerpos de Delegados en todos los colegios y por la estructuración de Coordinadoras regionales.


En materia universitaria, los exponentes analizaron detalladamente los documentos del Banco Mundial para la educación superior, donde se destaca la creación de organismos como el FOMEC (“fondo de mejoramiento de la calidad educativa”),  por medio del cual se intenta incentivar la penetración de los monopolios capitalistas,  subsidiar las universidades privadas y confesionales, disminuir drásticamente la cantidad de alumnos y despedir en masa a docentes.


Se señaló que  el Banco Mundial tendrá incluso representantes directos en los organismos de dirección de la universidad. Resultó entonces un gran acierto de la UJS haber caracterizado desde un comienzo a la Ley de Enseñanza Superior como la ley del Banco Mundial y del clero. Se resolvió desarrollar campañas por el ingreso irrestricto, por hacer fracasar las asambleas universitarias que intentan legalizar el arancel y reforzar a las camarillas profesorales, y luchar contra todas las medidas limitacionistas que intentan expulsar en masa a los estudiantes.


Mientras en el campamento se discutía la situación de la juventud trabajadora y desocupada, los diarios daban a conocer el acuerdo firmado por la FIAT y el SMATA, un acuerdo negrero que liquida conquistas laborales obtenidas durante décadas por los trabajadores. En el curso se discutió minuciosamente esta cuestión, destacándose que actualmente ningún joven entra al mercado laboral  si no es como un virtual esclavo, con sueldos miserables y sin cobertura social ni jubilatoria, esclavitud consagrada por las nuevas modalidades de contrato laboral para la juventud. También se analizó la fabulosa desocupación que sufre la juventud (que alcanza el 51%), como un manifestación de la crisis capitalista, y la importancia de luchar por un seguro al desocupado de 500 pesos como consigna para unir la lucha de los trabajadores ocupados y desocupados.


Los debates se extendieron, a lo largo del curso, en torno a otros problemas decisivos: represión sobre las luchas que se desenvuelven más allá de nuestras fronteras, la relación entre el movimiento juvenil y la lucha de clases. El campamento dedicó todo un día a la discusión del congreso de la UJS y a la preparación de nuestra organización  para intervenir en la nueva situación política, caracterizada por manifestaciones de masas en las cuales la juventud desempeña un papel fundamental. La necesidad de elevar nuestra actividad a un plano político creciente, revolucionando nuestros métodos organizativos y organizando a la juventud en relación a cada una de sus reivindicaciones, ayudará a un reforzamiento de la perspectiva general que guía a nuestro partido. La organización que queremos desarrollar es una organización de educadores, de agitadores y organizadores, capaz de intervenir en cada lucha y de abrir un camino de victorias.


El espíritu que sobresalió en el campamento, estuvo lejos, por lo tanto, del aire puramente intelectual o académico, a pesar de la profundidad en el tratamiento de cada tema.  El espíritu militante quedó demostrado cuando el conjunto de los compañeros se dirigieron al centro de Miramar a piquetear la Caldera, vendiendo más de 300 ejemplares y afiliando masivamente para garantizar la legalidad del PO.  En la despedida,  escuchamos los informes y la emoción militante de los compañeros bolivianos y brasileños, que compartieron esta experiencia, sin precedentes según sus propias palabras.


UJS de masas


El campamento fue también un gran escenario proselitista. De los aproximadamente 50 compañeros externos que participaron, prácticamente la totalidad de ellos se incorporó a la UJS, destacándose los compañeros de Santa Fe y Rosario, que luego de vender más de 350 rifas para poder viajar, se sumaron a las filas de la UJS, permitiéndonos abrir una nueva regional de la juventud.


La creación de la UJS DE MASAS está dictada por la actual situación. Este campamento es un primer paso. Tenemos por delante un gran objetivo: un congreso de masas, que se concretará  en los próximos meses.