El sábado 14 de setiembre se homenajeó a los compañeros desaparecidos en “La Noche de ios Lápices”. Fue un acto suma­mente importante, porque en ese grupo de jóvenes desaparecidos también se honró la memoria de todos los compañeros que caye­ron enfrentando la política genocida de aquellos años. Fue un acto trascendente. Con un teatro salesiano repleto de jóvenes dispuestos a escuchar y a participar. Y así fue.

 

La Comisión de Derechos Humanos y el MEDH en Río Gallegos demostraron que la verdadera historia puede ser contada y que los chicos escuchan, discuten y que entien­den que ellos son los protagonistas del mo­mento.

 

Jóvenes artistas escenificaron en una original puesta teatral la violencia y el dolor de aquella noche de hace 20 años, y cuando se iban retirando del escenario fueron salu­dados con un… “tómala vos, dámela a mí, por el boleto estudiantil…”. Siete ban­das de rock pusieron la música compartien­do con solidaridad y madurez un acto que conmovió a todos. Un poeta, que estaba indeciso de participar hasta pocas horas antes del acto, pidió subir al escenario y sacó muy desde adentro “algo que tenía pensado desde hace años”. Y era silencio cuando había que escuchar y aplausos lue­go. El trabajo previo de semanas, de hablar por los medios, de charlas en colegios, de creer que con la verdad se llega, dio sus frutos.

 

“Este es un acto de locos”, dijo Juan, “Aquí estamos todos locos… los que seguimos pidiendo castigo a los asesi­nos, los que no somos radicales porque no estamos con la Ley del Punto Final y Obediencia Debida, ni peronistas porque repudiamos el indulto, ni ti­bios porque la policía del gatillo fácil y el aparato represivo que jamás se des­manteló sigue haciendo estragos… Aquí estamos los locos y como aquellas llamadas locas de Plaza de Mayo segui­mos luchando porque el castigo no ha llegado”.

 

Finalizó el acto y el trabajo de semanas. Y nos fuimos contentos. Seguros de haber cumplido con los jóvenes de ayer y los de hoy.

23 de septiembre de 1996